AbreDatos 2010, los datos públicos en manos de los ciudadanos

En algunas ocasiones, y por motivos de seguridad nacional o similares es simplemente imposible que esta información sea pública, pero en muchos otros casos esa información simplemente está almacenada en máquinas y sistemas que no están preparados para que los ciudadanos accedamos a ellos, aún a pesar de que esta se haya recopilado con nuestros impuestos, y por tanto con nuestro dinero.

En otros casos, como por ejemplo el del catastro o la del Instituto Nacional de Estadística, esta información sí está total o parcialmente a disposición del ciudadano, pero en cada caso utilizando sistemas y mecanismos distintos para el acceso a ella.

Por eso existen plataformas como pro bono público, una asociación que tiene como objetivo apoyar la promoción y difusión de estándares, datos y plataformas tecnológicas abiertas entre las instituciones públicas.

La idea es que toda esta información y el acceso a ella sean estandarizados y facilitados, y para ello, y en especial para ayudar a concienciar a la sociedad y la Administración de la necesidad de una legislación sobre apertura de datos, han convocado el Desafío AbreDatos 2010.

Se trata de un concurso para el desarrollo en 48 horas de servicios tecnológicos al ciudadano basados precisamente en el uso de datos públicos.

Tendrá lugar el fin de semana del 17 y 18 de abril, y durante este periodo los participantes tendrán que desarrollar sus aplicaciones desde cero, organizados en equipos como máximo de 4 personas, que opcionalmente pueden reunirse para trabajar o hacer el desarrollo de forma distribuida mediante Internet u otra herramienta de comunicación.

Todavía están terminando de perfilar las bases del concurso, la composición del jurado, los premios, y la forma de inscripción, aunque desde ya se puede ir colaborando con el Desafío ayudándoles con patrocinios o a diseñar la imagen y la web del concurso.

Es, desde luego, una iniciativa muy interesante, tanto por la enorme riqueza de datos que hay por ahí guardados y de cuyo valor y utilidad no somos conscientes, como por motivos más prácticos como son la necesidad de convencer a las Administraciones Públicas de la necesidad de adoptar estándares abiertos y no atarse ni obligarnos a los ciudadanos a atarnos con los productos de ningún fabricante en concreto.