Barnes & Noble da una segunda oportunidad a los libros electrónicos

  • Después de ser uno de los primeros en intentarlo -y no conseguir grandes resultados- la cadena de librerías Barnes & Noble acaba de anunciar que vuelve al mercado de los libros electrónicos
Wicho / Microsiervos
Wicho / Microsiervos

El servicio eBooks estará disponible por ahora sólo para los Estados Unidos e incorpora más de 700.000 títulos, de los cuales unos 500.000 son obras libres de derechos que Google ofrece a través de Google Libros.

A principios del año que viene estarán también disponibles para el lector de libros electrónicos que prepara Plastic Logic.

Pero los libros están en un formato propietario al que sólo se puede acceder con la aplicación Barnes & Noble eReader -gratuita, eso sí-, por ahora disponible para Mac OS y Windows, ambas desde veriones realmente antiguas como Mac OS 8.6 y Windows 98, y para una serie de modelos de Blackberry y para iPod Touch e iPhone en todos sus modelos.

Esto, como siempre sucede en estos casos, tiene el problema de que cierra al lector en un sistema que le impondrá más o menos limitaciones, como de hecho se acaba de demostrar con la desaparición de los lectores Kindle de Amazon de las novelas 1984 y Rebelión en la granja de George Orwell porque por lo visto el vendedor había puesto esos libros a la venta sin tener los derechos sobre ellos.

Puede que legalmente a Amazon no le quedara otro remedio que hacer esto, pero desde luego es algo de difícil justificación de cara a sus clientes que creían haber comprado el libro y de repente se encontraron con que Amazon podría borrarlo de sus lectores «por control remoto» sin que ellos pudieran hacer nada.

Detrás de todo este empeño en los formatos cerrados y propietarios está el empeño en vender los libros con sistemas de gestión de derechos digitales, pero siempre cabe la esperanza de que al final la industria acabe por darse cuenta de que los DRM lo único que hacen es entorpecer a los usuarios legítimos y provocar la copia de contenidos y que acaben por abandonarlos como está pasando con la música sin que por ello haya sido el fin del mundo.

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