Valencia, 27 feb.- Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y de la Universitat de Girona han desarrollado un nuevo aislante acústico que incorpora desechos de poda de pinos, naranjos y residuos similares, junto con polipropileno, el plástico usado habitualmente en juguetes y coches.
Según ha informado el centro universitario valenciano, las primeras pruebas de laboratorio reflejan que el nuevo producto, que es cien por cien reciclado, duplica la capacidad de aislamiento de las placas de yeso laminado convencionales utilizadas en construcción.
Los resultados de este trabajo, realizado por investigadores del campus de Gandía de la UPV y del Grupo Lepamap de la Universitat de Girona, han sido publicados por la revista BioResources.
El investigador del campus de Gandía Jesús Alba ha señalado que cada vez existe más demanda de nuevas soluciones que garanticen el aislamiento acústico de los edificios frente al ruido en beneficio del confort de los ciudadanos.
En su estudio, los investigadores analizaron las propiedades mecánicas y acústicas del nuevo material y las compararon con las de materiales compuestos convencionales fabricados con fibra de vidrio y con materiales ligeros utilizados comúnmente en la edificación.
"Comparado con una placa de yeso laminado, se consigue aumentar 3 o más decibelios, es decir, duplicamos el aislamiento. Y utilizado como sándwich doble podemos cuadriplicarlo, obteniendo mejoras de 6 decibelios o más", ha destacado Alba.
Asimismo, debido a la procedencia de las materias primas con las que está construido, aplicado al mercado se trataría de un producto económicamente muy competitivo para el desarrollo de habitáculos interiores y elementos separadores de medios de transporte, entre otras aplicaciones.
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