Google cumple 12 años y sigue creciendo en busca del dominio de Internet

  • La compañía lleva más de una década revolucionando Internet; esta misma tarde tiene previsto presentar una importante novedad a nivel internacional sobre su servicio de búsquedas en la Web, el de más solera de todos los que ofrece.
Alvy / Microsiervos

Estos días se celebra el 12º aniversario del nacimiento de Google. Aunque eso del cumpleaños tampoco es un ciencia exacta en el caso del gigante de la Red: no es fácil afinarla ni siquiera teniendo en cuenta las fechas de su fundación, la constitución legal de la empresa o el día en que saltó a Internet por primera. Medio en serio, medio en broma, sus empleados consideran que Google tiene un superpoder consistente en celebrar su aniversario el día que quiere – siempre que sea dentro del mes de septiembre. Y si bien la compañía se constituyó en un legendario garaje en septiembre de 1998, muchos han sido los hitos relevantes desde entonces.

En «años de Internet» (que dicen que equivalen a 7 de los convencionales) Google estaría ya «más que jubilado» con 84 primaveras, incluso en las últimas podría decirse. Pero en cambio parece que, como el vino, mejora con los años. Cada mes que pasa se hace más y más grande, ampliando sus servicios y ofertas; sus acciones siguen revalorizándose y sus tentáculos extendiéndose por todas las áreas de Internet. Tan grande es su poderío y universalidad que mucha gente cree que cuando estás dentro de Google estás en Internet, o que lo que no aparece en Google no está en Internet. Pocas veces una marca se ha convertido en un verbo de forma tan efectiva como sucedió con googlear.

Un origen muy propio de Silicon Valley

Antes de fundar la empresa, Larry Page y Sergey Brin, los cerebros detrás de la bestia, cocinaron en la Universidad de Stanford la idea durante 1996, y la bautizaron como BackRub. De allí surgió la idea del PageRank, el criterio de relevancia con el que el buscador decide qué paginas son más importantes que otras. Al año siguiente lo llamaron Google, un nombre que surgió de una confusión a partir del término matemático googol que popularizara Carl Sagan en Cosmos y que equivale a un gigantesco y casi inabarcable número (10100). Entonces fue cuando en septiembre de 1998 se constituyó oficialmente la empresa y se mudaron a Mountain View, California.

Los primeros años fueron de un crecimiento exponencial y al poco tiempo Google ya era el motor de búsqueda dominante. Por entonces todavía rondaban por ahí AltaVista, AllTheWeb, Yahoo y otros servicios similares, pero fue la simplicidad de Google la que ganó de calle, aunque esto no fue evidente hasta 2002 más o menos. Google lanzó versiones internacionales y añadió al buscador de páginas el de imágenes, otro para grupos de noticias de USENET y el conocido Google News con información procedente de los periódicos y otros medios de comunicación.

Hasta entonces Google había puesto su empeño en crecer y crecer sin preocuparse mucho de los negocios. Vendía algo de publicidad sencilla con AdWords (anuncios relacionados con las palabras que la gente buscaba), y también ofrecía una versión empresarial de Google en forma de servidores que se podían instalar en la red local de una empresa, pero no parecía que eso fuera nada que realmente fuera a solucionarle su economía en el futuro.

Ante la impaciencia de algunos, sus creadores recordaron que si construyes algo realmente genial el negocio llegará, de una forma u otra, y así fue.

Con la publicidad llegó su consolidación

Llegó 2003 y todo cambió en unos pocos meses. Se lanzó Google AdSense, un servicio de publicidad para webmasters y propietarios de sitios web con contenidos, cuya tecnología de publicidad contextual procedía de Applied Semantics, una empresa que adquirieron por unos 100 millones de dólares (tal vez su mejor compra en todo este tiempo). Ahora podían hacer coincidir automáticamente los anuncios con las temáticas de las páginas de contenido en que se publicaban, algo nunca visto hasta entonces. ¿Y quién tenía una copia completa de Internet para poder analizar y hacer todos esos cálculos mejor que nadie? El propio buscador de Google.

Muchas empresas de Internet vieron entonces el cambio clave en la estrategia de Google: estaba pasando de ser un servicio de búsquedas a una enorme red publicitaria. Si sus creadores no se habían preocupado hasta entonces de cómo sacar rendimiento económico a la criatura, ésta era la oportunidad. Adquirieron sitios como Blogger –con millones de blogs alojados, llenos de contenido– y más adelante (en 2007) se harían con DoubleClick, el gigante de la publicidad. La decisión era aliarse con ellos y repartir los beneficios o quedarse al margen. La mayor parte se pusieron del lado del gigante, que comenzó a crecer más y masa.

En 2004, desinflada la burbuja y terminado el crash de las puntocom, Google era la única empresa capaz de ofrecer algo digno a los inversores, y anunció su salida a bolsa. Las acciones aquel primer día cotizaron a unos 85 dólares y aún hubo analistas que dudaban de la operación; hoy valen 470 dólares, habiendo quintuplicado su valor (y eso que llegaron a estar a 700 dólares a finales de 2007).

La era de la Web 2.0

A partir de 2004, año en el que se popularizó el concepto de la Web 2.0, Google lanzó sus servicios más notables: los mapas, el correo Gmail, Google Talk, Google Earth, Google Docs… Casi todos eran desarrollos adaptados de compañías que fueron adquiridas, pero el cash para comprarlas nunca fue problema y Google necesitaba velocidad. La voracidad de la empresa de Mountain View ha sido tan tremenda que en la lista de adquisiciones figuran 79 compañías hasta el momento, algunas adquiridas por unas pocas decenas o cientos de millones de dólares, otras como DoubleClick por la nada despreciable cifra de 3.100 millones.

En 2006 Google consolidó su cercanía con el público comprando YouTube; sería una de las más sonadas adquisiciones hasta la fecha. Durante 2007 continuó su expansión abriendo «Googles locales» en más y más países y añadiendo características y puliendo los servicios que ya ofrecía.

Más allá de un simple buscador con servicios

En 2008 Google comenzó a introducirse en terrenos inexplorados hasta entonces ofreciendo el navegador Google Chrome como alternativa a Microsoft Explorer y Mozilla Firefox: sería el comienzo de una guerra sin cuartel en la que Microsoft –que nunca fue santo de la devoción de los fundadores de Google– sería el objetivo definitivo.

Las intenciones quedarían claras cuando en 2009 se anunció el desarrollo de Google Chrome OS, un sistema operativo de código abierto basado en el núcleo de Linux. También se lanzó en esa época Android, una versión adaptada para dispositivos móviles como teléfonos y ordenadores tablet y Google se atrevería incluso a poner en el mercado sus propios teléfonos inteligentes, los Nexus One. Ejercer cierta influencia y en ocasiones control sobre todas las formas de acceder a Internet y de navegar y buscar información, al mismo tiempo que se aplican las fórmulas más ingeniosas para rentabilizarlo todo ello publicitariamente parece ser la fórmula elegida por Google desde entonces.

Como se ha visto, los últimos doce años de Google han sido realmente intensos. La compañía cuenta con sus admiradores y detractores, aunque últimamente muchas simpatías se han convertido en antipatías al ver cómo la empresa se ha alejado de su lema original «No ser malvados» en algunas situaciones puntuales. Para muchos, todavía está dentro de lo razonable y es una compañía agradable de tener en la comunidad de Internet; para otros, es la «Nueva Microsoft», un monstruo descontrolado ávido de capturar información de todo tipo, sin importarle si es pública, personal o los problemas que su manejo luego conlleve. Sería imposible decir dónde estará Google de aquí a otros doce años, cuando alcance «algo más que la madurez», pero lo que está claro es que todavía le queda cuerda para rato.

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