Investigadores españoles hallan el mecanismo por el que especies vegetales sobreviven en ecosistemas donde los recursos no son abundantes


Un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) y la Universidad de Berna (Suiza) ha logrado demostrar por qué muchas especies vegetales consiguen sobrevivir en ecosistemas donde los recursos no son abundantes.
Ello se debe a que las especies dominantes (aquellas mejor preparadas) no siempre ganan en la competencia por los recursos a las especies que en principio son más débiles, y la explicación a este fenómeno es que las plantas también juegan a “piedra, papel o tijeras”.
Bajo el nombre técnico de redes intransitivas, este tipo de relaciones consiste en que uno de los tres miembros de la comunidad pierde con uno de los competidores y gana contra el otro, de forma que no hay “ningún ganador total que derrote a los demás”, de forma similar al referido juego, en el que las tijeras ganan al papel, pero no a la piedra, y el papel a su vez gana a la piedra, pero es cortado por las tijeras.
“Este estudio y la metodología desarrollada nos permiten entender mejor los mecanismos que hacen posible que tantas especies puedan convivir juntas y comprobar cuáles de ellos deben ser promovidos para evitar la pérdida de biodiversidad causada por actividades humanas”, explica el profesor de la URJC Fernando Maestre, coautor del estudio y líder del proyecto Biocom, financiado por el programa Starting Grants del Consejo Europeo de Investigación.
Santiago Soliveres Codina, investigador post-doctoral de la Universidad de Berna y líder del estudio, apunta que “valorar si las plantas juegan a ‘piedra, papel y tijeras’ no es una mera cuestión de curiosidad, sino que evaluar este proceso nos permite explicar mejor por qué en algunos sitios muchas especies de plantas pueden convivir a pesar de que la variedad de recursos por los que compiten no es muy grande”.
“Además, si conseguimos ser capaces de explicar los procesos que mantienen la diversidad, también podemos imitarlos para mitigar la pérdida de biodiversidad que estamos provocando con nuestras acciones”, apuntó.
Publicado en la prestigiosa revista Ecology Letters, este estudio demuestra que la inmensa mayoría de las más de 1.500 comunidades estudiadas juega habitualmente a ‘piedra, papel y tijeras’, y que este proceso se relaciona con un mayor número de especies que pueden convivir.
Dichas ‘redes intransitivas’ pueden evitar parcialmente la pérdida de biodiversidad predicha para futuros escenarios climáticos, aunque las acciones humanas que reducen la variabilidad ambiental presente de manera natural en los ecosistemas (como fertilizar los campos) disminuye la posibilidad de que las plantas lleven a cabo este proceso, incrementando la pérdida de especies que ya de por sí se deriva de estas actividades.

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