La clave para el repelente definitivo contra tiburones puede estar en sus embriones

    • Cuando perciben el campo eléctrico de un posible depredador se quedan paralizados.
    • El conocimiento de este mecanismo podría ayudar a desarrollar un repelente inocuo y duradero.

La pintarroja bambú (Chiloscyllium punctatum) es una de las especies de tiburones que deposita los huevos fuera de su cuerpo. Durante cinco meses, las vainas que contienen los embriones (conocidas en inglés como "monederos de sirena") quedan expuestas a los depredadores y muchas de ellas son devoradas. Un equipo de investigadores de la universidad de Australia Occidental, liderados por Ryan Kempster, acaba de descubrir que los embriones de esta especie tienen un mecanismo de defensa muy particular por el que quedan paralizados cuando detectan la presencia de una amenaza.

En el estudio, publicado esta semana en la revista PLoS ONE, los investigadores han descubierto que los embriones utilizan los mismos detectores del campo eléctrico que poseen los adultos para detectar la presencia de posibles presas o amenazas. Cuando captan un campo eléctrico cercano, se quedan inmóviles y tratan de pasar desapercibidos.

Para su experimento, los científicos utilizaron huevos de tiburón pintarroja, una especie que supera el metro de longitud y que vive en aguas del norte de Australia, y las colocaron en un tanque. A continuación aplicaron señales eléctricas semejantes a las que emiten sus depredadores y observaron lo que sucedía. Como se puede apreciar en el vídeo, una vez que se enciende el campo eléctrico el embrión de tiburón se queda sin respirar y completamente inmóvil durante hasta 8 segundos.

"A pesar de estar confinado en un espacio muy pequeño dentro de un huevo donde son vulnerables a los depredadores, los tiburones embrionarios son capaces de reconocer estímulos peligrosos y reaccionar con una respuesta de evasión innata", resume Kempster.

Lo más interesante del estudio es que el conocimiento de este comportamiento puede servir para desarrollar repelentes de tiburones más eficaces. El equipo descubrió que el embrión no solo detiene la respiración, sino que recuerda los estímulos y atenúa su reacción en los siguientes encuentros. Esto significa que si se desarrolla un repelente basado en estos principios, el estímulo eléctrico emitido por el dispositivo debería variar periódicamente para evitar que los tiburones se acostumbren.

Referencia: Survival of the Stillest: Predator Avoidance in Shark Embryos (PLOS ONE)

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