La mayoría de los estadounidenses no quiere bebés 'de diseño' o 'a la carta'

    • Una encuesta realizada en Harvard señala que el 83% de los ciudadanos considera que esta práctica no deber ser legal.
    • EE.UU. debate la polémica implementación del'CRISPR', una nueva técnica de edición genética que permitiría crear un ser humano libre de mutaciones.
Los norteamericanos no quieren los bebés a la carta mediante modificaciones genéticas.
Los norteamericanos no quieren los bebés a la carta mediante modificaciones genéticas.

La mayoría de los ciudadanos estadounidenses se oponen a las técnicas genéticas que utilizan las tecnologías de vanguardia más complejas para alterar los genes de los recién nacidos y en definitiva crear 'bebés a la carta'. Incluso rechazan prácticas similares utilizadas para prevenir enfermedades hereditarias graves.

Una encuesta realizada por la Escuela Chan de Salud Pública de Harvard y por la consultora STAT revela que dos de cada tres expresaron su desaprobación hacia los métodos de edición genética para crear 'bebés de diseño'.

El trabajo, no obstante, muestra opiniones muy divididas en la sociedad a la hora de evaluar si el Gobierno de los Estados Unidos debe financiarla investigación científica sobre edición genética antes del nacimiento de una persona, para evitar que los niños desarrollen enfermedades como la fibrosis quística o la enfermedad de Huntington.

Una de las conclusiones principales de la encuesta es que "la población muestra su preocupación acerca de cómo podrían modificar los genes a los seres que están por nacer". "No están en contra de los científicos que tratan de mejorar las tecnologías de edición del genoma", ha asegurado Robert Blendon, profesor de política de salud y análisis político en la Escuela Chan, de Harvard.

Sin embargo, señala que existe temor en general sobre la eventual manipulación de los genes que podrían efectuar los científicos en busca de los 'bebés perfectos', o los 'bebés a la carta'. "La eliminación de una terrible enfermedad, gracias a la ciencia, que un niño habría heredado de otro modo podría hacer cambiar el puntos de vista de las personas en los próximos años", ha asegurado Blendon.

La encuesta de Harvard fue realizada en base a una consulta teléfono a 1.000 adultos en Estados Unidos, entre el 13 y el 17 de enero. Los datos se conocieron esta semana. Un 56% respondió afirmativamente a la consulta: "¿Aceptaría una prueba genética que podría determinar la posibilidad de desarrollar cáncer en el futuro?" Un 42% respondió que no, y un 2% que no lo sabe.Una práctica que "no debería ser legal"

No osbtante, el 83 por ciento de los encuestados se muestra contrario a la alteración del ADN en el período prenatal para mejorar la "inteligencia o características físicas" del futuro bebé, y considera que esta práctica no debería ser ilegal. Sólo el 11 por ciento se manifestó a favor, y el resto no tiene una postura definida al respecto.

Un tema a tener en cuenta en las respuestas es el grado de desconocimiento. El 69% de los encuestados admite haber escuchado poco o nada acerca de "la edición científica de la línea genética".

El sondeo de STAT-Harvard obece al debate reciente que ha tenido lugar en EE.UU. y que involucra a la comunidad científica y a los responsables políticos norteamericanos, que se enfrentan en sus posturas sobre el tema, en el que confrontan sobre las implicaciones éticas, sociales y legales de herramientas revolucionarias para cambiar el ADN de los seres humanos.

En diciembre pasado tuvo lugaruna cumbre internacional en Washington, donde los científicos más prestigiosos del mundo debatieron sobre el polémico 'CRISPR', una técnica de edición genética que permitiría crear un ser humano libre de mutaciones.

Ésta puede servir para generar cambios en el genoma de los seres humanos, de especies animales y plantas. Pero lo más sorprendente es que ayudaría a producir un "bebé perfecto", un ser libre de mutaciones que puedan desencadenar enfermedades y cuyas modificaciones podrían ser heredadas por sus descendientes.

Esta investigación se centra principalmente en las bacterias. EL CRISPR es un programa científico que emplea un mecanismo que detecta cuando las invade un virus y les sirve para destruirlo. Sus artífices son la investigadora francesa Emmanuelle Charpentier y la estadounidenswe Jennifer Doudna. El descubrimiento puede tener tal impacto para la humanidad, que hasta las propias creadoras han pedido que se debatan públicamente los beneficios y los límites de su uso.

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