Los blancos y los asiáticos no examinamos los rostros de la misma manera

Cuando vemos una cara, ¿qué es lo primero que nos llama la atención? la respuesta despenderá de si usted es de raza blanca o asiática. Según  un estudio de Caroline Blais, investigadora del departamento de psicología de la Universidad de Montreal, los blancos y los asiáticos examinamos las caras de distinta manera.

Estudios anteriores habían demostrado que los humanos focalizábamos nuestra atención, cuando veíamos un cara, en los ojos y en la boca. "El problema es que estos estudios siempre se han realizado con personas de raza caucásica", afirma Blais a Physorg.

Las dudas llegaron cuando los investigadores descubrieron que los asiáticos se enfrentan al reconocimiento de una cara de una manera "integral", mientras que la raza blanca divide el rostro en partes.

Para demostrar su teoría Blais decidió estudiar a 28 individuos, la mitad asiáticos y la otra mitad caucásicos. A cada uno de ellos la investigadora les mostró 112 imágenes de rostros de ambas razas y les pidió que le explicaran si lo habían visto en alguna ocasión, así como que le explicaran cuál era el rasgo dominante.

La investigadora utilizó además una cámara que rastreaba los movimientos del ojo de cada uno de los participantes. El estudio confirmó que mientras los caucásicos centran su atención cuando ven una cara, en el triángulo que se forma de los ojos a la boca, los asiáticos se centran en la nariz.

Asimismo, tantos los blancos como los asiáticos, destacaron por reconocer a alguien de su misma raza pero presentaron una gran dificultad en identificar a sujetos que perteneciesen al otro grupo étnico.

En un segundo experimento, se sugirió a los participantes que identificaran las emociones: sorpresa, miedo, tristeza o alegría. La mayoría de los asiáticos se centraron en esta ocasión, en los ojos y no lo suficiente en la boca, por lo que muchas de las emociones fueron identificadas erróneamente.

"Los asiáticos tenían problemas principalmente con las emociones negativas" afirma Blais, "confundían miedo y sorpresa, asco y enfado…"  y explica "la causa está en que evitan mirar la boca, que proporciona gran cantidad de información acerca de las emociones".