Naciones Unidas alerta sobre los peligros de la basura tecnológica

Naciones Unidas alerta sobre los peligros de la basura tecnológica
Naciones Unidas alerta sobre los peligros de la basura tecnológica
Nacho / Microsiervos

En países del tercer mundo o en vías de desarrollo, miles de personas sobreviven procesando los desechos tecnológicos procedentes, principalmente, de países del primer mundo. El problema de la basura tecnológica es un problema medioambiental, económico, social y humano.

Se calcula que ordenadores, teléfonos, televisores y otros aparatos electrónicos suponen entre 20 y 40 millones de toneladas anuales que, aún lejos de reciclarse en su totalidad, son enviados a países como China o India donde es más baratos deshacerse de ella.

En China, por ejemplo, en la ciudad de Guiyu hasta 5.000 personas viven de este tipo de residuos, de los que llegan a procesar hasta 700 toneladas cada año.

La forma más rápida para extraer los materiales es quemando los circuitos electrónicos. Esto supone que los trabajadores, en muchos casos mujeres y niños, pasan largas jornadas de trabajo expuestos a gases nocivos que emanan durante el proceso de extracción de los materiales valiosos como son el oro, la plata, el platino o el cobre.

Precisamente el cadmio, presente en baterías, pilas y en los tubos de los monitores CRT, es según StEP, uno de los más peligrosos para el medio ambiente y uno de los más tóxicos para el ser humano, afectando especialmente a huesos y riñones. El mercurio, presente por ejemplo en las pantallas plantas afecta al sistema nervioso -entre otros órganos- e incluso se transfiere de la madre a los lactantes por la leche materna.

StEP calcula que sólo entre el 5 y el 10 por ciento de todos los productos electrónicos que son desechados cada año son correctamente reciclados, un problema que, más allá del de la basura tecnológica supone un despilfarro de materia prima que no se vuelve a recuperar,

Un teléfono móvil, por ejemplo, contiene unos 40 elementos incluyendo metales base como cobre, metales especiales como cobalto, indio y antimonio; y metales preciosos como oro, plata y paladio. La mayor parte del metal es cobre (9 gramos) mientras que los metales preciosos están presentes en el orden de los miligramos: 250 mg de plata, 24 mg de oro y 9 mg de paladio. Puede parecer muy poco, pero teniendo en cuenta que en un año se fabrican 1.200 millones de teléfonos móviles (cifra de 2007) suma una enorme demanda de metales.

Además de que las reservas de todos estos metales son finitas, en muchos casos su extracción supone un verdadero drama humano y medioambiental en aquellos países del tercer mundo que disponen de reservas, sobre todo cuando se trata de elementos escasos y valiosos como el coltán, el estado natural en el que se encuentran combinados la columbita y la tantalita, metales muy escasos pero muy utilizados en componentes electrónicos como los condensadores y que son prácticamente imprescindibles para la fabricación de teléfonos móviles.

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