Reportaje‘coco’, un robot humanoide que ayuda en la terapia a niños con autismo

MADRID, 01 (SERVIMEDIA/LUCÍA FERNÁNDEZ)

Desde principios de octubre, el equipo de la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil del Hospital de Manises de Valencia y sus pequeños pacientes cuentan con un compañero nada convencional: ‘Coco’, un robot humanoide que les ayuda en la terapia de comunicación e interacción social y que han acogido con toda la naturalidad.
‘Coco’ ha sido diseñado por la Unidad de Robótica de la Universidad Jaume I y su cometido es “favorecer el desarrollo de aspectos que tienen que ver con el lenguaje en los niños con trastornos en el espectro autista”, según explica María Isabel Cabezudo, psicóloga clínica de la Unidad y coordinadora del proyecto.
Desde principios de octubre, este robot ‘trabaja’ con niños de entre 3 y 5 años de edad de la Unidad de Neurorrehabilitación infantil del hospital valenciano y les ayuda a realizar actividades de repetición para fijar conocimientos.
La falta de concentración es común en las personas con autismo, que “se fijan más en los detalles, no en la globalidad”, indica Cabezudo, que también afirma cómo el tono de voz de los terapeutas o algún gesto que realicen “les pueden despistar y perder parte de la información que les enviamos”.
Por esta razón, los niños comprenden mejor al robot “porque no tiene expresión facial”, detalla la psicóloga. Además, “si hablamos de conceptos como los colores, el robot lo va a repetir de una forma más automática para que el niño lo comprenda mejor”.
De hecho, la coordinadora del proyecto subraya que han comprobado que los niños que inicialmente tienen muchos problemas para concentrarse en determinadas tareas y actividades e incluso atender a los terapeutas, curiosamente “son capaces de estar pendientes de algo, que en este caso es el robot”.
ESTUDIO PILOTO
En la actualidad y hasta enero de 2015, este proyecto se encuentra en fase de prueba, por lo que solo lo están utilizando los niños de la Unidad de Neurorrehabilitación infantil del Hospital de Manises, la cual, en compañía de la Universidad Jaume I, comenzará un estudio piloto con más niños el próximo año.
De esta forma, si se comprueba que la intervención del robot como apoyo del ayudante del terapeuta es más eficaz que sin él, “entraríamos en una investigación más amplia donde incluiríamos a más niños y posiblemente dentro de varios años lo podríamos comercializar pero inicialmente no es nuestra intención”, indica Cabezudo.
BENEFICIOS DE LA MÚSICA
Otro de los aspectos que favorece el aprendizaje en niños con autismo es la música ya que con ella “son capaces de aprender canciones o realizar actividades musicales”.
Por ello, ‘Coco’ también canta y “cuando terminan de hacer la tarea, como refuerzo, el niño puede bailar con el robot”. Esta es otra forma de instruirles porque “por un lado los niños disfrutan con la música y, por otro, nos ayuda a que desarrollen el concepto de imitación”, explica la psicóloga de la Unidad de Neurorrehabilitación infantil.

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