Seúl expresa su "grave preocupación" por anuncio del lanzamiento norcoreano

Seúl, 1 dic.- Corea del Sur expresó hoy su "grave preocupación" por el plan norcoreano de lanzar un cohete de largo alcance y lo definió como "un desafío a la comunidad internacional", al tiempo que advirtió que de llevarse a cabo tendrá una respuesta contundente.

En un comunicado, el portavoz del Ministerio surcoreano de Exteriores indicó que el anuncio de Corea del Norte, que hoy indicó que lanzará un cohete con un satélite entre el 10 y el 22 de diciembre, es "una grave provocación que ignora las advertencias de la comunidad internacional".

Si el régimen norcoreano lleva adelante el lanzamiento, el país afrontara "una respuesta enérgica" por parte de ésta, añadió.

Corea del Norte asegura que la operación tiene fines pacíficos dirigidos a desarrollar su programa científico y tecnológico espacial, tras el fallido lanzamiento del pasado abril también con el supuesto objetivo de poner en órbita un satélite.

En aquella ocasión, el cohete Unha-3, de 91 toneladas y una longitud de 30 metros, se precipitó en el Mar Amarillo en varias piezas menos de dos minutos después de despegar, lo que no impidió las críticas de Corea del Sur y EEUU, que lo consideraron una prueba balística encubierta.

Un portavoz del norcoreano Comité para Tecnología Espacial afirmó hoy, a través de la agencia estatal KCNA, que los científicos y técnicos analizaron los errores ocurridos en abril y han mejorado "la fiabilidad y precisión del cohete portador".

El régimen comunista también indicó que se ha elegido una trayectoria de vuelo "segura" para que las partes del cohete que pudieran caer durante el proceso de lanzamiento "no afecten a países vecinos".

El anuncio norcoreano se produjo a menos de tres semanas de los comicios presidenciales que tendrán lugar en Corea del Sur el 19 de diciembre, precedidos de una campaña electoral en las que las relaciones con el país vecino figuran como uno de los temas prioritarios.

De esas elecciones saldrá el presidente que sustituirá a Lee Myung-bak, que concluye en febrero de 2013 su mandato de cinco años, caracterizado por una política de mano dura hacia Corea del Norte.

Las dos Coreas están técnicamente en guerra después de que el conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953 finalizara con un armisticio en lugar de un tratado de paz.