Ambasz consiguió que Botella le cediera el edificio de Gobernador por 75 años a cambio de invertir 10 millones

  • La Fundación Ambasz acordó en marzo de 2013 con el Ayuntamiento de Madrid presidido por Ana Botella la cesión por 75 años del inmueble de la calle Gobernador 39, sede de La Ingobernable, donde el privado invertiría 10 millones de euros.
Ambasz consiguió que Botella le cediera el edificio de Gobernador por 75 años a cambio de invertir 10 millones
Ambasz consiguió que Botella le cediera el edificio de Gobernador por 75 años a cambio de invertir 10 millones
EUROPA PRESS
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Cuatro años después no ha habido avances en el futuro Museo del Arte, Arquitectura, Diseño y Urbanismo (MAADU), el primero de España e impulsado por el argentino Emilio Ambasz, pionero de la arquitectura verde.

La Fundación Ambasz se haría cargo íntegramente del diseño y construcción del museo y de su funcionamiento durante el tiempo de la concesión. El arquitecto se decantó por Madrid para su museo tras haber barajado otras ciudades como Nueva York, Buenos Aires o Bolonia.

"La ciudad de Madrid es uno de mis lugares favoritos por su localización y su arquitectura. La idea de crear un museo aquí viene de mis lazos con este país, donde he realizado obras reconocidas internacionalmente como el Centro de Retiro Espiritual en Sevilla. Me siento muy orgulloso de poder ampliar la oferta cultural de esta bella ciudad y de poder dejar un legado de mi obra para aquellos apasionados de las obras de arte", afirmaba Ambasz hace cuatro años.

El nuevo museo albergaría una "colección permanente de arte, arquitectura y urbanismo revolucionario y sostenible, así como exposiciones temporales y conferencias dedicadas a los artistas más conmovedores del mundo y a aquellos que creen en la fusión entre arquitectura y naturaleza".

El Ayuntamiento de Madrid cedió el edificio por un periodo de 75 años para fines culturales. El convenio firmado establecía que la Fundación podría ocupar este edificio a restaurar o uno nuevo si la restauración no resulta compatible con la misión de la Fundación Ambasz. La Fundación llegó a avanzar la intención de revestir las fachadas del futuro museo con un jardín vertical.

Cuando se firmó el convenio, el edificio de la calle Gobernador no tenía uso. Estaba incluido en un lote de inmuebles que el Ayuntamiento puso a la venta. El arquitecto se interesó por éste y escribió una carta a Botella. La decisión municipal fue sacarlo de ese catálogo para dar cabida al museo teniendo en cuenta la ubicación estratégica, en pleno Paseo del Arte, con el fin de potenciar el entorno desde el punto de vista cultural, turístico e internacional.

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