El concejal del distrito, Eloi Badia, los ha presentado a los vecinos este jueves en una sesión informativa al mismo edificio del Consulado y ha asegurado que se trata de un paso muy importante "para la recuperación del barrio de Vallcarca, muy perjudicado por los efectos burbuja inmobiliaria y las dificultades de desarrollar los diferentes planes urbanísticos previstos".
La recuperación de estos dos edificios para usos públicos se remonta a finales del 2014, fecha en que se iniciaron las jornadas participativas de Vallcarca, que llevaban el título --El barrio que queremos--.
Este mismo año el antiguo consulado de Dinamarca había sido cedido por la Diputación de Barcelona al consistorio con el objetivo de que se convirtiera en un equipamiento de proximidad para Vallcarca.
Los vecinos también pidieron al Ayuntamiento que adquiriera el edificio de Can Carol, en situación muy precaria, para rehabilitarlo y convertirlo también en equipamiento para el barrio, que dispone de muy pocos espacios de esta tipología.
En diciembre de 2015, este compró el edificio, de 1860, uno de los más antiguos de la parte baja de Vallcarca, por un total de 841.818 euros.
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