Pedro Olea recibirá el premio Rafael Azcona en la 18 edición de 'Octubre Corto'

EUROPA PRESS

Octubre Corto premia, "con ilusión y ganas", al director, productor y guionista Pedro María Olea Retolaza, para quien, de entrada, el mundo del cortometraje no es en absoluto ajeno, pues su filmografía se abre oficialmente, en los sesenta, con dos trabajos en este formato, 'El parque de juegos' (1963) y 'Anabel' (1964) -su práctica de licenciatura de Dirección en la Escuela Oficial de Cinematografía-, además de ejercicios anteriores en 8 y 16 m/m, y se prolongará hasta el año pasado con 'Ikuska 2' (1979), 'Bihotzez' (1985), 'Se vende un colegio' (fragmento de Hay motivo, 2004, colectiva) y 'Zonbi eguna' (fragmento de Bilbao-Bizakia: Ext. día, 2015, colectiva).

Bilbaíno de pro con un pie en Madrid, joven cine-clubista, estudiante de Económicas y crítico en la revista Nuestro Cine, Pedro Olea realizó su primer largometraje en 1967, 'Días de viejo color'. Arranque de una filmografía heterogénea, singular, valiente y continuada que contiene títulos memorables -por el tema, los trabajos actorales o la vinculación literaria- como 'El bosque del lobo' (1970), 'Tormento' (1974), 'Akelarre' (1983) o 'El maestro de esgrima' (1992), que le valió el Goya al mejor guión adaptado.

Incluye también en su repertorio películas como 'En un mundo diferente' (1969), 'La casa sin fronteras' (1972), 'No es bueno que el hombre esté solo' (1973), 'La Corea' (1976), 'Bandera negra' (1986), 'El día que nací yo' (1991), 'El maestro de esgrima' (1992), 'Morirás en Chafarinas' (1995), 'Más allá del jardín' (1996) o la extraordinaria y personalísima 'Tiempo de tormenta' (2003).

A todo ello, habría que sumar sus trabajos para televisión: 'Tan lejos, tan cerca' (1972), 'La ronca' (episodio de Cuentos y leyendas, 1972), 'El caso de las envenenadas de Valencia' (para La huella del crimen, 1985) o 'La conspiración' (2012), tv movie sobre el levantamiento militar del general Mola que emitió la ETB en 2013.

Y es productor de 'Los novios búlgaros' (2003), de Eloy de iglesia (2003) y de 'Los managers' (2006), de Fernando Guillén Cuervo.

Pero mención aparte y motivo de la distinción que Octubre Corto le dispensa este año a Pedro Olea, es que el realizador tiene en su haber dos excelentes películas con sendos guiones firmados junto a Rafael Azcona: 'Pim, pam, pum ¡fuego!' (1975), que se proyectó en el Teatro Cervantes de Arnedo y 'Un hombre llamado Flor de otoño' (1978), basada en la obra teatral de José María Rodríguez Méndez.

Ambas obtuvieron en el momento de su estreno un gran éxito de crítica y público. Y aún hoy en día son dos películas de referencia, revisadas y muy queridas, por su reflejo de época y por la calidad mayúscula de las interpretaciones de Concha Velasco y de José Sacristán, respectivamente, con quienes Olea conservará una amistad indeleble. Compone el 'tríptico' azconiano su dirección escénica, en 2010, de 'El pisito', versión teatral de la novela homónima de Azcona, adaptada por Bernardo Sánchez y Juanjo Seoane, con Pepe Viyuela, Asunción Balaguer y Teté Delgado en los principales papeles, y que recorrió toda España.

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