El CDN propone una "Monja alférez" interpretada por ocho actores y actrices

  • "La monja alférez", una historia barroca y sensorial obra de Domingo Miras, llega al Centro Dramático Nacional (CDN) de la mano de Juan Carlos Rubio en una propuesta escénica distinta donde ocho de los 13 actores del elenco -hombres y mujeres- interpretan distintos momentos de la vida de Catalina de Erauso.

Madrid, 23 abr.- "La monja alférez", una historia barroca y sensorial obra de Domingo Miras, llega al Centro Dramático Nacional (CDN) de la mano de Juan Carlos Rubio en una propuesta escénica distinta donde ocho de los 13 actores del elenco -hombres y mujeres- interpretan distintos momentos de la vida de Catalina de Erauso.

La obra, que ya fue llevada al celuloide por Esperanza Roy en 1987, cuenta la historia de una mujer del siglo XVII que, harta de la vida de convento, decide huir y hacerse pasar por hombre y sobrevive a fuerza de decisión.

Se trata de un personaje cuya ambigüedad marca todos los movimientos, ha explicado hoy el autor en una rueda de prensa de presentación de la obra celebrada en Madrid, con el director y la mayor parte de los actores.

Si era feminista, lesbiana, una provocadora o una retadora capaz de demostrar que una mujer puede hacer lo mismo que un hombre o justamente todo lo contrario, al ocultar su condición femenina, es el reto al que se enfrenta el espectador, añade Mira.

"Es un texto barroco diseñado en forma de espiral, la idea típica del barroco, una línea ascendente que nunca puede cerrar el círculo", apunta el autor, que añade que "la figura de Catalina también es barroca, contradictoria, ya los conceptos de 'monja' y 'alférez' unidos, dan también una idea barroca de contraposición de términos que hay que armonizar, aunque sea a la fuerza".

Rubio entiende que la mitad de la dirección de una obra de teatro es la elección del reparto y en este caso, además, se suma la decisión de utilizar a hombres y mujeres para interpretar a la protagonista: "Quería unas 'catalinas' múltiples -señala- para hacer más hincapié en esa contradicción, en ese juego de género".

"No se sabe muy bien por qué se vestía de hombre, si era porque quería ser hombre, porque quería las libertades de los hombres, si era lesbiana o no lo era", opina el director, a lo que una de las 'catalinas', Nuria González, apunta que "qué más da: era una superviviente".

"Ella hacía lo que podía. Ahora sobrevivimos (las mujeres) en un estado de cosas del que no voy a hablar más, pero la esclavitud de la mujer es un hecho patente en más de la mitad del mundo, con lo cual no hablamos de algo tan pasado de moda, desgraciadamente", resume la actriz malagueña.

González es la Catalina más divertida, "la que se enamora, salva chicas, juega con todo: mola un montón", asegura la actriz, que hubiera querido ser la Catalina que interpreta Cristina Marcos, la que se encuentra al borde de la muerte en un desierto y sale adelante gracias a su resistencia a caer.

"Ha sido muy edificante ver tu mismo papel interpretado por otros actores; de esta mujer, de sus emociones, se sabe muy poco. El texto es más bien una crónica de sucesos, de modo que yo hago la función con la misma incertidumbre", comenta Marcos, respaldada por las risas comprensivas de sus compañeros.

Todos ellos interpretan, además, otros tres o cuatro papeles, en un juego de interpretación que comienza con el personaje "real", o mejor, el del presente (interpretado por Carme Conesa), cuando ofrece sus memorias al capitán de un galeón en el que viaja de vuelta a casa, interpretado por Ramón Barea, el único que no se convierte, a su pesar, en monja.

"Catalina forma parte de esa casta de vascos arrebatados que lo mismo forman una compañía de jesuitas, que una organización terrorista, que hacen vida de hombre (como Catalina) en una sociedad muy pequeña", apunta Barea.

Y el resto del elenco son Mar del Hoyo (la "novicia" que huye), Martiño Rivas (la que cambia de sexo, jovial y dinámica), Ángel Ruiz (la "showoman" capaz de todo, pendenciera y brillante), Daniel Muriel (la más emotiva y rotunda, la que reconoce su verdadero sexo) y José Luis Martínez (la Catalina más humana y tierna).

La obra se estrena mañana en el Teatro María Guerrero, sede del CDN, y permanecerá en cartel hasta el 2 de junio.

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