Un candidato a los Premios Goya nos cuenta cómo su película es nominada

    • Carlos Hernando opta a estatuilla por `El violinista de Auschwitz´ como mejor cortometraje documental.
Fotograma de `El violinista de Auschwitz´
Fotograma de `El violinista de Auschwitz´
Lainformacion.com
David González | aviondepapel.tv

Carlos Hernando trabajaba como corresponsal en la guerra del Líbano. Era el verano de 2006. Allí, un colega le habló de Jacques Stroumsa (Salónica, 1913; Jerusalén, 2010), un anciano sefardí, que aún hablaba ladino.

Dos años después, quiso entrevistarlo por ser una de las personas vivas que aún conservaban ese idioma. Sin embargo, la historia mutó.

Stroumsa fue uno de los supervivientes al exterminio nazi. Hernando se reunió con él en su casa y luego grabó más de seis horas de metraje en el Museo del Holocausto Yad Vashem de Jerusalén.

De aquellas grabaciones nació El violinista de Auschwitz, corto documental finalista a los Premios Goya 2013.

Stroumsa le contó a Hernando cómo un ingeniero, que construía bombas en una fábrica, justo al lado del campo de concentración, le salvó la vida. Stroumsa sobrevivió al exterminio, porque entró como violinista en la orquesta que tenían los nazis.

El director del documental nunca encontró a aquel ingeniero jefe. En cambio, ganó el testimonio de anciano músico superviviente.

"Tenía un material audiovisual muy parco, pero una historia muy fuerte. Edité el documental el pasado verano, sin ayudas ni subvenciones. Luego, lo presenté a varios festivales y a los Premios Goya", explica Hernando.

El violinista de Auschwitz compite con A story for the Modlins (Sergio Oksman), Las viudas de Ifni (Pedro Palacios y Pacheco Iborra) y Un cineasta en La Codorniz (Javier Rioyo) en la categoría de Mejor Cortometraje Documental.

El periplo de cómo este documental de Hernando camina hacia los Goya resume los pasos que todo cineasta debe acometer para colarse como nominado en la Gala.

Como recuerda Hernando, debe registrarse como empresa cinematográfica en el Ministerio de Cultura, obviamente rodar una película o cortometraje y presentarlo a los Goya en septiembre.

La Academia de Cine realiza una criba y preselecciona las películas que los 1.190 académicos visionan –en cine o bien online- para la votación en dos vueltas.

Los miembros de la Academia votan en secreto sus favoritos a las 28 candidaturas y se nombran los finalistas en enero. Antonio de la Torre y Elena Anaya fueron los actores que abrieron el sobre ante notario.

Lo demás es conocido. La Academia entrega a los finalistas dos entradas –nominado y acompañante- para asistir a la Gala. Les ruega que acudan de esmoquin o vestido largo y les pide que, si ganan, sean breves cuando suban al escenario y recojan su Goya.

"No espero que El violinista… gane, pero estoy bastante sorprendido de ser finalista y de estar en la gala", dice Carlos Hernando.

Pase lo que pase hoy en los Goya, El violinista de Auschwitz continuará su propio camino. Varios festivales de cine en Chile y Colombia ya se han interesado en la cinta.

"Estoy moviendo el documental en más de 20 festivales; yo, personalmente, a través de a plataforma Movibeta. Tengo intención de presentarlo también a Cannes", dice Hernando.

FIN.

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