Bruselas muestra el retrato íntimo de Antonioni, maestro del cine moderno

  • Una exposición que refleja el retrato íntimo profesional y vital del cineasta italiano Michelangelo Antonioni, bisagra entre el neorrealismo y el cine posterior, se muestra por primera vez fuera de su Italia natal.

Arnau Cuesta

Bruselas, 6 jul.- Una exposición que refleja el retrato íntimo profesional y vital del cineasta italiano Michelangelo Antonioni, bisagra entre el neorrealismo y el cine posterior, se muestra por primera vez fuera de su Italia natal.

El Palacio de Bellas Artes de Bruselas acoge por primera vez una muestra sobre el célebre realizador de películas como "El desierto rojo" (1964), "Blowup" (1966) o "Zabriskie Point" (1979), que se proyectarán paralelamente en la Filmoteca de Bélgica.

La exposición "Michelangelo Antonioni: el maestro del cine moderno" reúne extractos de películas, fotografías, objetos personales, artículos de prensa, guiones originales, correspondencia y también algunos cuadros que él mismo cineasta (1912-2007) pintó.

El cineasta no se aleja demasiado de las salas de cine, puesto que la Filmoteca ha comenzado esta semana a programar sus películas hasta el 30 de agosto, con el apoyo de la Cineteca di Bologna, gracias a la cual podrán verse 19 películas y 7 cortometrajes.

El conservador de la Filmoteca, Nicola Mazzanti, destacó en declaraciones a Efe la huella que dejó el director italiano en la historia del cine, con quien "termina el movimiento neorrealista y se da paso al cine moderno", al cual el mismo Antonioni representa y que tiene en Ingmar Bergman a otro de sus grandes exponentes.

Especialmente famosa es su trilogía existencial, compuesta por "La aventura" (1960), "La noche" (1961) y "El eclipse" (1962), para las que contó con su actriz fetiche, la italiana Monica Vitti, con quien mantuvo una relación amorosa durante todo su rodaje.

Mazzanti admitió que el primer filme de la serie "cambió el paisaje del cine de autor, aunque en su momento lo acusaron de matar al cine".

También hay programados dos documentales y dos conferencias para profundizar todavía más en el papel de Antonioni como pionero del cine moderno, que sucedió al estilo de directores como Luchino Visconti, Roberto Rossellini, Vittorio De Sica o Federico Fellini.

Sin embargo, Mazzanti reconoció que la figura de Antonioni es mucho menos conocida que la de otros directores italianos como Fellini, lo que atribuyó al hecho de que su obra es "más complicada", puesto que "requiere mucho más trabajo y atención".

Precisamente, Michelangelo Antonioni inició su andadura cinematográfica de la mano de Rosselini (1906-1977) y Fellini (1929-1993), para quienes escribió los guiones de sus respectivas películas "Un pilota ritorna" (1942) y "El jeque blanco" (1952).

Aunque durante la década de los 40 hizo ya sus pinitos en solitario con algunos documentales y cortos de ficción, no fue hasta los años 50 que el cineasta dio el salto a los largometrajes, aunque todavía fuertemente influenciados por el neorrealismo italiano.

Antonioni tardará todavía diez años en desarrollar un estilo verdaderamente propio que, en cierto modo, dejará de lado la narración y los diálogos para concentrarse en gran medida en los decorados, caracterizados por la sensación de soledad, silencio e irrealidad, dentro de los que evolucionan unos personajes en crisis.

"Él, más que ningún otro cineasta italiano de su generación, estuvo atento a los aspectos del mundo contemporáneo, su mundo contemporáneo, y la manera en la que evolucionaba hacia más abstracción, más vacío", explicó el comisario de la exposición, Dominique Païni, en un vídeo difundido por el Palacio de Bellas Artes de Bruselas.

No en vano, el realizador italiano convirtió la alienación del hombre dentro el mundo moderno en una constante temática dentro de toda su obra, a la que se sumaron los problemas de comunicación y las dificultades sociales de su época.

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