Venecia (Italia), 5 jun.- La República Dominicana recupera la Feria de la Paz y la Confraternidad del Mundo Libre, el evento creado para ensalzar los logros del dictador Rafael Leónidas Trujillo en 1955, para explicar en la Bienal de Venecia cómo ha sido el proceso modernizador del país latinoamericano en el último siglo.
Es la primera vez que la República Dominicana participa en la Bienal de Venecia, y lo hace de la mano de los dominicanos Emil Rodríguez Garabo, Juan Rufino Castillo, Rubén Hernández Fontana y Juan Mubarak.
"La modernización en nuestro país no se dio como en otros por causas de la evolución de las teorías arquitectónicas, sino que fue más un tema político, entró con una dictadura que coincidió con la destrucción de la ciudad de Santo Domingo por un devastador huracán", explicó Garabo a Efe.
Trujillo, conocido como "El Jefe", impuso un régimen dictatorial en el país caribeño desde 1930 hasta su asesinato en 1961.
"En 1930 un huracán destruye toda la ciudad que era de madera y en este momento el presidente dictador Trujillo toma la oportunidad para reconstruir la ciudad en cemento", recordó el comisario.
Retratado por escritores como el peruano Mario Vargas Llosa en su libro "La Fiesta del Chivo", Trujillo decidió mostrar esa transformación del país, del que era responsable, con la celebración de esta Feria de la Paz en 1955.
El pabellón está dividido en dos secciones, una primera en la que el público puede hacerse una idea de la evolución del país en los últimos 100 años, a través de fotografías en blanco y negro que recogen los momentos más importantes de su historia.
Por ejemplo, en "The Perfect Storm" se recupera el momento en el que el Huracán San Zenón azotó el país o en "Los Americanos", se explica cómo "los Estados Unidos llevaron los primeros chispazos de modernidad al territorio en 1916".
Pero también están inmortalizados algunos de sus edificios más emblemáticos, seleccionados por ser un signo claro de que la modernidad estaba cambiando la sociedad, en palabras de Garabo.
"Es el caso de La Basílica de Nuestra Señora de Altagracia, en Higüey (este), cuyos proyectos fueron presentados en esa Feria de la Paz, sin embargo, su construcción no se terminó hasta ya acabada la dictadura", confesó el comisario.
En la segunda sección del pabellón, la República Dominicana recurre ya al color y enfrentar, así, el pasado en gris con el presente en tonos vivos.
Una alfombra de colores ilumina esta habitación que presenta fotografías de gran tamaño de la República Dominicana del siglo XXI y que son complementadas con la proyección de dos vídeos que reflejan ese proceso modernizador interno que vivió el país.
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