La identidad de la escritora italiana Elena Ferrante sigue siendo un misterio

La identidad de la célebre autora del fenómeno literario "L' amica geniale" (La amiga estupenda, en español), la italiana Elena Ferrante, que escribe bajo pseudónimo, sigue siendo un misterio pese a las tentativas de la prensa por develar su verdadero nombre.

La autora de uno de los mayores fenómenos literarios en Italia hasta ahora no tiene rostro, es un fantasma para sus numerosos lectores en todo el mundo.

Lo que algunos consideran una eficaz estrategia comercial podría ser quebrada en caso de que la candidata al mayor premio literario británico Man Booker International, junto con el turco Orhan Pamuk y el japonés Kenzaburo Oe, acepte retirar personalmente el importante reconocimiento.

Una eventualidad remota ya que Ferrante, que se lanzó como escritora en los años 90, se niega a romper con el anonimato, oficialmente porque quiere reforzar la historia de sus novelas y evitar el papel de escritora.

Ferrante, autora de una trilogía deslumbrante que tiene como telón de fondo la ciudad de Nápoles a mediados del siglo XX y como protagonistas a Lila y Lenú, dos jóvenes mujeres rivales e inteligentes, ha alcanzado un éxito espectacular dentro y fuera de Italia, en particular en Estados Unidos y Canadá, con más de un millón de ejemplares vendidos.

El silencio de la autora y de sus editores no se logró romper el pasado fin de semana, cuando el prestigioso diario italiano Il Corriere della Sera reveló "la verdadera identidad" de Ferrante.

Según el diario, basado en los estudios del filólogo Marco Santagata, que examinó elementos cronológicos y topográficos de las cuatro novelas de la saga iniciada con "La amiga estupenda", seguida por "Un mal nombre", "Las deudas del cuerpo" y "La niña perdida", Elena Ferrante es en realidad Marcella Marmo, profesora de Historia contemporánea, nacida en Nápoles en 1946, y una de las pocas napolitanas que se formó en la célebre y prestigiosa Normal de Pisa, como la protagonista de los libros.

"No, no soy yo Elena Ferrante. Expreso mi creatividad sólo en la cocina", aseguró con modestia Marmo, una señora afable, culta, autora de importantes ensayos y análisis literarios, la cual parece divertirse más que molestarse con la idea de ser Ferrante.

El estudio para llegar a la identidad de Ferrante, desmentida también por la casa editorial, consultable en internet, compara ideas tomadas de los ensayos de Marmo, con imágenes literarias empleadas por Ferrante.

También coteja la vida real de la profesora y recoge indicios, entre Nápoles, Pisa y Turín, con la historia de Lenú, resultando casi vidas paralelas.

Los libros de Ferrante son apasionantes, capturan al lector por su lenguaje y porque recorren sesenta años de la historia reciente de Italia con una mirada femenina y feminista, desde un barrio pobre de Nápoles.

La saga ha sido publicada en más de 30 países, entre ellos España, Francia y Chile, donde está clasificada entre los 10 más vendidos.

No se trata de la primera vez que revelan el nombre y apellido de la enigmática escritora.

El año pasado las sospechas recayeron sobre la creadora y directora de la colección de E/O que publicó la primera obra de Ferrante y sobre la pareja formada por el escritor Domenico Starnone y su esposa, la traductora Anita Raja.

El perfil es siempre el mismo: mujer, napolitana, de más de 60 años, culta.

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