Valentí Puig cree los puentes culturales entre Cataluña y España están rotos

  • El escritor Valentí Puig ha considerado hoy, durante la presentación de su último libro, "Tot contat", que los puentes culturales y editoriales entre Cataluña y España están "rotos", a la vez que ha mantenido que el país está "en una etapa de bajo tono, de hipotensión y exigencia intelectual reducida".

Barcelona, 20 nov.- El escritor Valentí Puig ha considerado hoy, durante la presentación de su último libro, "Tot contat", que los puentes culturales y editoriales entre Cataluña y España están "rotos", a la vez que ha mantenido que el país está "en una etapa de bajo tono, de hipotensión y exigencia intelectual reducida".

Acompañado por el editor de Proa, Josep Lluch, el autor mallorquín ha alabado diferentes épocas anteriores a la actual, como los años sesenta del siglo pasado, en pleno régimen franquista, pero con escritores en Cataluña de gran calado, como Salvador Espriu, Josep Pla, Mercè Rodoreda y Josep V. Foix, fenómenos culturales como la Nova Cançó o pintores de la altura de Antoni Tàpies y Joan Miró.

A su juicio, era un tiempo, que se prolongó durante unas décadas, en el que, "y por experiencia propia", los escritores que escribían en catalán eran "traducidos de forma rápida al castellano". "Ahora -ha proseguido- estamos en un impasse muy peculiar. Los puentes culturales y editoriales están rotos".

Ahondando en la cuestión, ha rememorado tiempos pasados en los que el diálogo entre Miguel de Unamuno y Joan Maragall "era de una gran vigencia", los contactos entre Pardo Bazán y Narcís Oller eran habituales y no era extraño que cuando Pío Baroja viajaba a Barcelona participara en las tertulias del Ateneu Barcelonés.

Tampoco ha olvidado que Josep Maria de Sagarra solía asistir a las clases de Ortega y Gasset cuando se encontraba en Madrid, o que Gil de Biedma, Gabriel Ferrater o Carlos Barral, años después, tenían conexiones con otros autores coetáneos residentes en diferentes puntos de España. "Había una cierta confianza que se ha roto de alguna manera", ha apostillado.

Aunque cree que existen diferentes causas para haber llegado a esta situación, una de las determinantes sería la conversión en "guardia de corps" de algunos escritores. "Cuando los escritores se convierten en 'guardia de corps', los puentes de diálogo se deterioran", ha sostenido.

En su caso, él que combina el catalán y el castellano -en febrero publicará un nuevo ensayo titulado "Los años irresponsables"-, dice sentirse cómodo, "porque, aunque sea poco rentable, no eres ni de aquí ni de allá".

En "Tot contat" Valentí Puig recopila todos sus relatos, tanto los que formaban parte del libro "Dones que fumen", de 1983, como los de "Maniobres privades", de 1999, así como varios cuentos posteriores, tres de los cuales son inéditos.

Partiendo en muchos casos de la realidad, Puig arma unas historias en las que tanto es premonitorio sobre los casos de corrupción que se han denunciado en los últimos años en Mallorca como trata sobre el peligro de las sectas.

A diferencia de otros géneros, cree que el cuento "tiene un elemento de relojería suiza, frente a la gran novela del XIX, que es como un reloj de gran péndulo".

Defensor, precisamente, del tipo de novela que ha vuelto a poner de moda Jonathan Franzen con "Libertad", ha avanzado que en febrero presentará un nuevo libro sobre los años que ha denominado de "irresponsabilidad moral".

El ensayo, en su opinión, es ahora "uno de los géneros con más potencial, porque suceden tantas cosas en el mundo que la novela casi no tiene la capacidad de absorción de tanta realidad, por lo que se necesita el análisis del ensayista".

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