Yves Bonnefoy, el poeta paradójico que pinta con la palabra

  • El poeta francés Yves Bonnefoy, que ganó hoy el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013, es un escritor prolífico que además de su obra lírica atesora traducciones de William Shakespeare y W.B. Yates, así como un extenso trabajo ensayístico.

Guadalajara (México), 9 sep.- El poeta francés Yves Bonnefoy, que ganó hoy el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2013, es un escritor prolífico que además de su obra lírica atesora traducciones de William Shakespeare y W.B. Yates, así como un extenso trabajo ensayístico.

Nacido en Tours (Francia) en 1923 y miembro del College de France, Bonnefoy se convirtió hoy en el primer escritor en lengua francesa en ser distinguido por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

"Considero que la poesía intensifica y potencia a las palabras de la misma manera que hacen los pintores con las imágenes. Veo un paralelismo entre poesía y pintura", aseguró el escritor después de conocer que había obtenido el Premio FIL.

Bonnefoy, quien ha compaginado la matemática superior con la filosofía a lo largo de su vida, creó una obra poética premiada por ser "muy sofisticada, en contraste con una dicción sencilla que renueva el lenguaje de las artes contemporáneas".

De la combinación de pensamiento y ciencia ha resultado una obra lírica que entronca con los místicos franceses del siglo XVIII, que trata de percibir la globalidad de lo real, una "esencia" situada más allá de las empobrecedoras esquematizaciones convencionales racionales.

Una de las integrantes del jurado del Premio FIL, la española Esperanza López Parada, dijo que es un poeta metafísico "que entiende la poesía como exploración de otras dimensiones".

"Para Bonnefoy, lo que tiene una presencia real es lo improbable, lo onírico, lo ensoñado, y el mismo tiempo esa es una existencia real, para él entrañada, indudable. Es un poeta paradójico que juega con estas contradicciones".

En cierto modo, se trata de una mística materializante, muy propia de nuestra época que, careciendo de una idea trascendente llegada de lo alto, busca sustituirla por una trascendencia de lo estrictamente terrestre.

Bonnefoy dijo hoy que la poesía, como él la entiende, "debería tener un gran papel en este mundo, sobre todo en la democracia, porque permite la relación de intercambio entre las personas, de conocimiento, y encontrar la relación entre los seres humanos".

Es significativo que Yves Bonnefoy buscase al principio guiarse por la irracionalidad onírica del surrealismo, a cuyo más ilustre exponente, André Bréton, conoció en 1946.

Entonces y hasta 1947 Bonnefoy se unió a las últimas tertulias que dirigió el poeta surrealista francés en París, pero más tarde rompió con el grupo de Bretón y comenzó un camino independiente que ha acabado por convertirle en uno de los grandes renovadores de la poesía francesa contemporánea.

Otra de sus influencias más destacadas fue la del pensador francés Gaston Bachelard.

A principios de los años cincuenta del pasado siglo debutó en su quehacer literario con el ciclo de poesías "Anti-Platón" (1953).

Es importante que Bonnefoy, cuya obra está poco traducida al español, aunque ha publicado poemas en las editoriales Hiperión, Pre-textos y el Fondo de Cultura Económica (FCE).

El escritor ha traducido, además, a autores ingleses y se siente atraído por la "luminosidad" de la lírica mexicana.

En su momento también estudió y le causaron gran admiración los escritores del Siglo de Oro español y Federico García Lorca, admitió hoy en un enlace telefónico con la rueda de prensa celebrada en Guadalajara, en el oeste de México, para anunciar el fallo del jurado.

Entre su obra destacan títulos como "Lo improbable" (1959), "La segunda simplicidad" (1961), "El paisaje de atrás" (1971), "La nube roja" (1977), "La verdad de la palabra" (1988) y "Narraciones en sueños" (1987).

Además es editor del "Diccionario de las mitologías y de las religiones" (1981) del rumano Mircea Eliade, una obra que explora de manera innovadora en la tradición occidental.

Entre sus influencias están las de Gerard de Nerval y la de Stéphane Mallarmé, y entre sus logros el de integrar "la vanguardia a los grandes pilares de la modernidad poética", en particular a los poetas Charles Pierre Baudelaire, Paul Celan o Arthur Rimbaud.

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