Aeropuerto de Dubái de nuevo operativo tras un accidente de avión

El aeropuerto de Dubái, uno de los más transitados del mundo, volvía a ser operativo este miércoles de tarde tras haber estado cuatro horas cerrado por un accidente de aterrizaje de un Boeing 777 de Emirate Airlines, sin dejar víctimas entre sus 300 ocupantes.

"Las operaciones de despegue y aterrizaje han comenzado de nuevo en el aeropuerto internacional de Dubái", indicó la oficina de información del gobierno en Twitter.

El operador Dubai Airports precisó que el aeropuerto funcionaba con una "capacidad reducida", empleando sólo una de sus dos pistas.

Los 300 ocupantes del aparato fueron evacuados "sanos y salvos", pero un bombero falleció durante las operaciones de rescate, según la Aviación Civil de Emiratos Árabes Unidos.

El avión accidentado procedía de India. Las imágenes publicadas en las redes sociales mostraban humo negro saliendo del aparato, aunque por el momento se desconocen las causas del accidente, pero la Aviación Civil ha abierto una investigación en "colaboración con Emirates y el aeropuerto".

Según la aerolínea, en el avión había 300 personas: 18 tripulantes y 282 pasajeros, entre éstos 220 indios, 24 británicos y 11 emiratíes.

Las imágenes en las redes sociales mostraban un espeso humo negro que salía del aparato, mientras parte del fuselaje parecía tumbado en el suelo con las puertas de seguridad abiertas. La oficina de medios anunció dos horas después que el fuego estaba "controlado", destacando que los equipos de socorro del aeropuerto y de la compañía "están bien entrenados para este tipo de incidentes".

Durante las cuatro horas de parón, los vuelos con llegada a Dubái fueron desviados a otros aeropuertos, como el de Al Maktum, el segundo de Dubái, u otros cercanos como el de Sharjah, en Abu Dabi, y Ras al Jaima.

En una rueda de prensa, el presidente del grupo Emirates, Ahmed ben Said al Maktum precisó que hubo 13 heridos leves, ninguno de los cuales necesitó hospitalización.

Aseguró que no se había producido ningún accidente a bordo antes del aterrizaje y que excluía toda posibilidad de un "incidente de seguridad".

Uno de los pasajeros, un empresario indio basado en Dubái, explicó al tabloide XPRESS que había empujado por el tobogán de evacuación a sus tres hijas y a su esposa antes de tirarse él mismo. Shaji Kochikutty aseguró que había escapado por poco a la muerte.

El accidente se produce apenas cuatro meses después de que un avión de la otra compañía aérea de Dubái, Flydubai, se estrellara e incendiara al aterrizar en el aeropuerto de Rostov del Don, en el sur de Rusia, muriendo las 61 personas que viajaban a bordo.

El pasado 26 de julio, un Boeing 777-300 de Emirates, que se dirigía a las islas Maldivas, tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Bombay, India, por un "problema técnico".

El aeropuerto de Dubái es el más importante del mundo en cuanto a número de pasajeros internacionales y es la principal base de la compañía Emirates, que ofrece servicios a 153 destinos.

Emirates, así como Qatar Airways y Etihad, una compañía de Abu Dabi, controlan gran parte del transporte transcontinental aprovechando sus instalaciones en el Golfo Pérsico.

Además, Emirates es la compañía con más Boeing 777 y del superjumob Airbus A380, y el año pasado llevó su flota hasta un total de 250 aparatos.

El presidente de la compañía, Tim Clark, habló recientemente de la posibilidad de comprar nuevos aviones Airbus A380 para expandir su negocio.

En mayo, Emirates anunció un aumento del 56% de su beneficio neto en un año hasta los 1.000 millones de dólares, a pesar del contexto económico mundial y del dólar fuerte.

Los resultados se explican por el aumento del número de pasajeros y por la caída del precio del combustible.

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