Mogae afirma que el acuerdo de paz en Sudán del Sur "sigue vivo" y pide que sea aplicado

EUROPA PRESS

Mogae ha afirmado que "el acuerdo está vivo y bien, y debe ser aplicado", argumentando que "hay representantes de la oposición involucrados y otros que no lo están, pero que no han dicho que no lo vayan a estar".

"Esperamos su llegada. No voy a dar nombres, pero hay muchos grupos que debían haber estado en las reuniones y no han estado, sin decir que hayan boicoteado el proceso", ha dicho, según ha informado la emisora sursudanesa Eye Radio.

Las palabras de Mogae llegan después de un nuevo cruce de declaraciones entre el presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, y el exvicepresidente y líder rebelde, Riek Machar.

El martes, la Presidencia recalcó que Machar "no tiene cabida" en el país, agregando que ya no puede jugar papel político alguno, un día después de que el líder rebelde prometiera volver al país.

Machar se encuentra en Sudáfrica para recibir tratamiento médico a causa de las heridas sufridas durante los enfrentamientos que tuvieron lugar en Yuba durante el mes de julio, que se saldaron con alrededor de 300 muertos.

Machar huyó de Sudán del Sur en julio hasta la República Democrática del Congo (RDC). Durante su huida, resultó herido en una pierna por parte de soldados del Ejército sursudanés leales al presidente, Salva Kiir. Desde RDC, Machar viajó hasta Sudán, donde también recibió tratamiento médico.

EL ACUERDO DE PAZ

En agosto de 2015, Kiir y Machar firmaron un acuerdo de paz con el que ponían fin a meses de combates. No obstante, el pasado mes de julio se volvieron a registrar numerosos enfrentamientos en la capital, que acabaron provocando la muerte de centenares de sursudaneses.

A finales de agosto, el líder opositor, aparentemente recuperado, instó a sus seguidores a reorganizarse para la "resistencia armada", tras reunirse en la capital de Sudán, Jartum, con altos cargos del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-En Oposición (SPLM-IO).

En respuesta, el Gobierno de Kiir urgió a Sudán y otros países de la región a no permitir que Machar ponga en marcha una nueva rebelión. El ministro de Exteriores sudanés, Ibrahim Ghandour, ya ha aclarado que no permitirá a la oposición armada atacar Sudán del Sur desde su territorio.

El último repunte de violencia en Sudán del Sur ha provocado el desplazamiento interno de 1,61 millones de personas, que necesitan ayuda humanitaria, según la ONU.

Unos 373.626 afectados se han trasladado a Uganda, que registró la semana pasada la llegada de unas 20.000 personas, la mayoría procedentes de la región de Ecuatoria Central.

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