El mortal ataque aéreo contra un convoy de ayuda de la ONU por aviones sirios o rusos pone en entredicho los esfuerzos internacionales para llevar la paz a Siria, dijo un alto responsable estadounidense este lunes.
Al menos 18 camiones de un convoy que transportaba ayuda humanitaria en Siria fueron alcanzados por bombardeos este lunes al oeste de Alepo, según la ONU, y 12 personas perdieron la vida en el ataque, de acuerdo con la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Dos altos funcionarios de Estados Unidos dijeron a la prensa que el ataque solo lo podía haber llevado a cabo el régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, o sus aliados rusos.
"Los rusos tienen la responsabilidad de abstenerse de llevar a cabo tales acciones, pero también tienen la responsabilidad de evitar que el régimen lo haga", dijo uno de ellos.
"Así que, en cualquiera de los casos, los rusos cargan con la responsabilidad de demostrar rápidamente y de forma significativa que están comprometidos con este proceso", afirmó el funcionario.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, intentará hablar con el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, antes de una reunión el martes del Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG, por sus siglas en inglés).
Pero si Moscú no es capaz de demostrar su seriedad con la idea de volver a comprometerse con un apaciguamiento de la guerra como el que ha habido en los últimos siete días, puede que no haya proceso de paz que salvar, advirtió.
"Tenemos el sentimiento de que lo que ocurrió hoy fue un duro golpe para nuestros esfuerzos para llevar la paz a Siria", dijo el otro funcionario, también bajo condición de anonimato.
Rusia y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo en Ginebra a principios de mes para presionar tanto a Al Asad, aliado de Moscú, como a los rebeldes sirios, aliados de Washington, para que respetaran un alto el fuego.
Si el cese del fuego duraba una semana, los militares rusos y estadounidenses establecerían una célula conjunta para combatir a los grupos yihadistas en Siria, que no forman parte del acuerdo.
Pero las fuerzas de Al Asad siguieron bloqueando los cargamentos de ayuda para las zonas controladas por los rebeldes, y este lunes declararon el final de la tregua, acusando a la oposición de haber hecho lo mismo.
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