La ropa de ocasión, un negocio floreciente en Gaza

  • Subidos a unos contenedores de basura, los vendedores atraen al público ofreciendo chaquetas, jerseys o pantalones. En Gaza, enclave palestino bajo estricto bloqueo y minado por la pobreza, el negocio de la venta de ropa de ocasión está en pleno auge.

"Veo a gente de todas las clases sociales", comenta Ahmed Rajab, que regenta una tienda de ropa de marca de segunda mano, mientras ayuda a jóvenes de estética hipster y a madres de familia a escoger la prenda más adecuada.

Antes del bloqueo impuesto por Israel desde 2006, "la gente no se atrevía mucho a decir que compraba de ocasión. Pero vista la situación económica, la cosa ha cambiado", cuenta a la AFP este vendedor de ropa procedente de Israel y de Europa.

Varias veces al mes, sus proveedores y los de sus colegas, gracias a los escasos permisos otorgados por Israel, introducen la mercancía cruzando la barrera israelí de metal y cemento erizada de miradores, que junto con el Mediterráneo al oeste y la frontera egipcia al sur, cierra herméticamente la Franja de Gaza.

Los comerciantes compran al peso la ropa ya usada en otros lugares. El coste es de 5.000 shekel (unos mil dólares) la tonelada, detalla Abu Alaa, uno de los pilares del zoco de Fras, en Gaza.

La mercancía se dirige luego en camiones a Gaza, donde es seleccionada, distribuida, lavada y planchada.

"La gente ya no se pregunta de dónde viene, sino cuánto cuesta", detalla Hamza, de 23 años, después de comprarle a Ahmed Rajab un chaleco gris y negro, conjuntado con su jersey gris perla y sus gafas de sol, de montura negra.

"Venimos todos aquí porque se encuentran modelos de marcas de moda en Europa, imposibles de encontrar nuevos en Gaza", explica Hamza.

Aquí, la camisa se vende a 10 shekel (2,5 dólares), la chaqueta a 30 y los tejanos de marca a entre 40 y 50.

El salario mensual medio de los gazatíes con un trabajo es de 174 dólares. Pero casi la mitad de la población está en paro, y alrededor del 40% de los 1,8 millones de palestinos del enclave viven bajo el umbral de la pobreza.

Hasta hace diez años, decenas de miles de familias vivían de las remesas de los trabajadores palestinos en Israel, y contribuían a un crecimiento económico sostenido.

Pero en 2006, Israel impuso un estricto bloqueo al territorio, tras la victoria electoral del movimiento islamista Hamas, uno de sus enemigos jurados.

La casi guerra civil de 2007, cuando Hamas se hizo por completo con el control de Gaza en detrimento del movimiento laico Fatah, y las tres guerras contra Israel desde 2008 han agravado el marasmo económico.

Para los que sólo tienen unas decenas de shekel que gastar, están los vendedores de los mercados de Yarmuk o Fras, en la ciudad de Gaza, donde se pueden comprar camisetas y ropa para niños por uno o dos shekel.

Salah al Qerem, de 53 años, cuenta que antes trabajaba como jornalero en Israel. Pero cuando el Estado hebreo revocó todos los permisos de trabajo de los gazatíes en 2006, abandonó su trabajo de ebanista para ocuparse del puesto de su padre en otro mercado de ropa de ocasión, el zoco de Fras.

Ahora, vende ropa israelí, de "calidad auténtica", asegura.

En su puesto se encuentran piezas sorprendentes, como chaquetas con el escudo del ejército israelí, recordando la superposición de las vidas, más allá del conflicto.

sbh/mer/avl.zm

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