FARC y gobierno acuerdan inédito experimento contra cultivos ilegales

Los rebeldes de las FARC y el gobierno de Colombia iniciarán el 10 julio la sustitución voluntaria de narcocultivos, combustible por décadas del conflicto armado, según acordaron este viernes en La Habana.

El compromiso fue anunciado por las partes en el tramo final del proceso de paz que negocian para superar un enfrentamiento de medio siglo, y que alimenta el narcotráfico desde los años ochenta.

En un comunicado, la guerrilla y el gobierno anunciaron un plan piloto de "sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito" en Briceño, un municipio del noroeste de Colombia de unos 11.000 habitantes.

Los campesinos de esa zona, que por años han vivido de vender la hoja de coca con la ayuda de las FARC y bajo asedio de las autoridades, cambiarán voluntariamente las plantaciones ilegales por cultivos de café y maracuyá, entre otros.

No obstante, como en otras regiones de Colombia donde hay narcotráfico, no solo operan los rebeldes comunistas, sino bandas armadas del narcotráfico.

La ONU y su agencia para la alimentación y la agricultura (FAO) acompañarán la iniciativa, la primera que involucra a una guerrilla en Colombia en la erradicación de los cultivos con los que justamente ha financiado su lucha contra el Estado.

"Aspiramos a que esto sea el principio del fin del tema de los cultivos ilícitos en Colombia", dijo Eduardo Díaz, director de la agencia colombiana encargada del tema, en conferencia de prensa en La Habana.

De su lado, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) también confiaron en que la iniciativa en Briceño se amplíe a todo el país y termine con la siembra de coca y amapola, materias primas de narcóticos.

"Los campesinos cultivadores solo necesitan -y lo han pedido y luchado durante décadas- planes alternativos de desarrollo económico y social que les permitan dejar atrás la ilegalidad a la que se vieron abocados por la pobreza y el abandono", dijo Iván Márquez, jefe negociador de las FARC.

El plan experimental se pondrá en marcha en la misma zona donde el gobierno y las FARC llevan a cabo tareas conjuntas de desminado.

Colombia es el principal productor mundial de coca, según la ONU.

Hasta 2014 existían unas 69.000 hectáreas de cultivos ilegales y, según el responsable colombiano de la política de sustitución de cultivos ilegales, unas 60.000 familias están involucradas directamente en este actividad.

Próximos a declarar un alto al fuego definitivo, el gobierno y las FARC dan las últimas puntadas a un acuerdo que negocian desde noviembre de 2012 para que esa guerrilla se desarme y se convierta en partido político.

Las partes se han puesto de acuerdo en cuatro de los seis puntos de la agenda de paz: problema agrario, narcotráfico, reparación de víctimas y participación política.

Quedan por definir el cese del fuego definitivo y el mecanismo de refrendación de los convenios.

Mostrar comentarios