Draghi: España tiene retos pendientes y debe decidir sola si quiere pedir ayuda

    • El presidente del BCE asegura que el Gobierno español es quien debe decidir si quiere pedir la ayuda a sus socios europeos e insiste en que el mecanismo ya está preparado para actuar.
    • También ha valorado positivamente las reformas, aunque cree que todavía existen deberes por hacer.
El BCE mantiene los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,75 por ciento
El BCE mantiene los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,75 por ciento
A.P.A.

El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha cumplido el guión escrito por los expertos: está preparado para actuar y son los países quienes deben decidir si quieren pedir ayuda.

Así de contundente se ha mostrado el mandatario italiano en su comparecencia tras la reunión del Consejo de Gobierno del organismo, que hoy ha celebrado su reunión mensual y ha dejado estables los tipos de interés en el 0,75%.

En ella, toda la atención se la ha llevado el programa de compra de deuda, la estrategia maestra que anunció la institución el pasado 6 de septiembre, que está llamada a ser el salvavidas del euro y que ya se podría utilizar si un Estado pide ayuda de manera inmediata.

El plan contempla la adquisición de títulos hasta tres años de cualquier país en problemas, aunque está, para ello, el Estado debe cumplir dos cosas: la primera, pedir ayuda formal a Bruselas y, la segunda, someterse a unas condiciones impuestas desde Europa.

Pero el nombre más repetido durante su intervención ha sido España, que se ha convertido en el país protagonista en la comparecencia.

¿El motivo? El mercado da por hecho que el Gobierno de Mariano Rajoy acabará pidiendo ayuda próximamente, e incluso analistas, partidos políticos de la oposición, economistas y organismos han solicitado al Ejecutivo que se decida cuanto antes. Incluso hay rumores de que la petición podría llegar este mismo fin de semana.

El BCE no decide, son los gobiernos

Draghi no ha querido entrar a valorar si los países deben pedir o no ayuda formal a Bruselas para beneficiarse del plan de compra de deuda. Algo que, en su opinión, solo puede estar en la mano de los Estados.

"No es competencia del Banco Central Europeo. Son los gobiernos quienes deben decidir", ha asegurado el mandatario.

En este sentido, ha vuelto a insistir en que cualquier país tendrá que someterse a una condicionalidad para acogerse al plan de ayuda. "Y éste tendrá tres funciones: reducir el peligro moral de los gobiernos, proteger la independencia del BCE para evitar que haya una dominancia fiscal y crear una mejora crediticia en los bonos de los países en problemas", ha resaltado.

En el caso español, el mandatario ha confesado que ve "un progreso significativo. Las reformas estructurales y el saneamiento de la banca han sido medidas valientes que se han realizado en un periodo de tiempo muy corto, pero todavía sigue habiendo retos importantes".

A este guiño se ha sumado otro. La autoridad ha recordado que, en el último mes, las entidades financieras han pedido menos dinero prestado al BCE (lo que significa que están reduciendo su dependencia del organismo), las empresas están saneado rápidamente sus balances y el Tesoro ya ha colocado el 90% de la deuda prevista de todo el año.

Por eso, Draghi ha recordado que la petición de ayuda es algo que solo le corresponde a los países, que son quienes deben valorar si quieren o no pedir ayuda.

La economía y la inflación siguen el guión previsto

Draghi también ha aseguado que prevé un crecimiento económico débil para los próximos meses y unas presiones inflacionistas moderadas, en línea con sus pronósticos.

"Debido a los altos precios de la energía y a los impuestos indirectos tan elevados que hay en algunos países, esperamos que la inflación siga por encima del 2% en lo que queda de año y que luego baje de ese nivel a medio plazo. Dentro de las previsiones", ha dicho el mandatario italiano.

Además, ha añadido que el PIB de la eurozona se contrajo un 0,2% en el segundo trimestre del año respecto al trimestre anterior, y que, además, persistirán las tensiones en los mercados financieros.

"Esperamos que el crecimiento siga siendo débil a corto plazo y que sólo crezca de forma tenue posteriormente", ha recalcado.

Por eso, el BCE pide a los países que sigan realizando reformas y recuerda que el euro es irreversible.

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