José Manuel González-Páramo, miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), señala que la disminución del precio de la vivienda durante el tercer trimestre del año en España es "un dato positivo", pero, a su juicio, debería producirse "con la mayor celeridad".
En declaraciones a TVE, González-Páramo ha señalado que "desde hace años había sobrevaloración en los precios inmobiliarios", por lo que es bueno que se ajusten a su valor real, ya que "habrá problemas" mientras exista "una expectativa de que los precios no han bajado todo lo que debían".
Según la estadística publicada hoy por el Ministerio de Vivienda, el precio de la vivienda libre cayó el 3,4% hasta situarse en una media de 1.832 euros el metro cuadrado en el tercer trimestre de 2010, con lo que acumula dos años a la baja en términos interanuales.
Por su parte, la Comisión Europea (CE) indicó la semana pasada que la corrección en los precios de la vivienda se completó a finales de 2009 en los principales países de la Eurozona, pero no en España, que ha seguido mostrando una "considerable sobrevaloración", de un 17% a principios de 2010.
Aplauso al tijeretazo español
Frente a esta crítica al sector inmobiliario español, González-Páramo ha roto una lanza en favor en favor de la reacción de España a la crisis de los mercados de deuda desatada en mayo. "Fue lla mejor que cabía esperar", ha señalado, y ha puesto como ejemplo el hecho de que ahora el Tesoro puede colocar sus emisiones sin dificultad.
No obstante, González-Páramo matizó que esta evolución positiva dependerá en cualquier caso de que España cumpla con rigor los compromisos adquiridos en materia de ajuste presupuestario, reforma laboral, reforma del sistema de pensiones y del sistema financiero.
Respecto a las restricciones que aún imperan en el mercado de crédito, ha reconocido que se ha producido un "ajuste" moderado en la concesión de créditos, ajuste que ha comenzado a invertirse tanto en España como en el resto de Europa.
En su opinión, los bancos españoles, que llegaron mejor preparados al inicio de la crisis, llevan dos años de desgaste y deben restaurar sus balances y cumplir sus coeficientes de solvencia.
Respecto a la pretensión de las autoridades comunitarias de imponer tasas a las actividades financieras, ha apuntado que es una iniciativa que "puede tener sentido allí donde el Estado ha intervenido directamente en los bancos".
No obstante, considera que lo verdaderamente importante será la puesta en marcha de las nuevas normas regulatorias comprendidas en Basilea, que incluyen entre otras medidas mayores requerimientos de capital a los bancos.
Acerca de la "guerra de divisas" entablada entre Estados Unidos y China, González-Páramo ha asegurado que la inestabilidad cambiaria es mala tanto para la estabilidad financiera como para el crecimiento económico, y ha adelantado que existe un diálogo permanente entre las distintas autoridades con el objeto de salvaguardar dicha estabilidad.
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