Hila, quien ha visitado las obras de conservación y restauración que se han empezado a realizar en el voladizo del edificio donde se ubican las dependencias del Ayuntamiento de Palma, ha explicado que el 75 por ciento del coste del proyecto será aportados por el Ministerio de Fomento y el resto por el consistorio.
El alcalde ha destacado que se trata de una obra "muy importante para mantener en perfectas condiciones el voladizo, una parte fundamental del edificio y también para que las futuras generaciones lo puedan disfrutar como hacemos nosotros".
Por su parte, el regidor de Infraestructuras y Accesibilidad, Rodrigo A. Romero, ha explicado que las obras tendrán un plazo de ejecución de seis meses y que se ha pedido a una obra que se está realizando en la misma plaza de Cort que a partir de noviembre minimice la ocupación de la vía pública para interferir lo menos posible en el día a día.
Estas obras se hacen después de que se realizara un informe sobre el estado del voladizo, aprovechando las obras de reforma y ampliación de la cuarta planta del edificio de Cort y de la restauración de la cubierta que se realizaron en 2010. La intervención pretende recuperar la unidad de la obra sin alterar su estructura material y respetando su autenticidad.
Algunos de los desperfectos que se han detectado son una capa incrustada de polvo por toda la superficie, varias capas de aceite de lino y otros productos aplicadas en intervenciones anteriores, así como el uso de cepillos metálicos, además de hongos, insectos, pudrimiento de la madera, pequeñas roturas y pérdida de alguna moldura.
La propuesta de intervención ha incluido una documentación fotográfica del estado inicial de la obra, así como la localización en plano de las diferentes patologías detectadas.
A partir de ahora se procederá a la limpieza, eliminando toda la suciedad incrustada y tratando la madera contra insectos. Además, se eliminarán objetos extraños en la madera constitutiva de la obra, como pueden ser clavos metálicos. También se reintegrarán los volúmenes estrictamente necesarios, restituyendo los injertos de madera perdidos con una madera de las mismas características que el original.
El voladizo está apoyado sobre la cornisa de piedra de Santanyí que también será limpiada mediante aspiración o brochas.
HISTORIA DEL EDIFICIO
El edificio de Cort es considerado uno de los más emblemáticos y representativos de la arquitectura civil mallorquina. El voladizo de la fachada principal confiere al edificio, por su excepcionalidad, el sello más característico y se atribuye al escultor Gabriel Torres Cladera (1640-1704).
La obra, que ocupa una superficie de 131 metros cuadrados, se encuentra constituida por 11 vigas que dividen el espacio en 12 sectores y fue ejecutado con madera de conífera y en la base de cada viga principal está esculpido un rostro.
El espacio vertical entre las vigas está ocupado por unos paneles denominado friso, en cada uno de ellos hay una repisa con ramilletes de frutas en los extremos y el centro está ocupado por el rostro de unas criaturas que podrían ser de origen mitológico. La parte exterior está rematada por una cornisa ornamentada por unos elementos de madera cortada.
Su función esencial es la de reconducir el agua de lluvia fuera de la fachada, manteniendo así al edificio libre de humedad.
Desde la creación y montaje del voladizo se han sucedido una serie de reparaciones y adecuaciones. No obstante, la falta de documentación histórica dificulta la identificación exacta de los procedimientos y materiales utilizados durante estas intervenciones. El primer informe del que se tiene conocimiento es del 30 de octubre de 1828 y la última fue las obras de limpieza y protección de la fachada y voladizo de las Casas Consistoriales, en 2010.
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