España ha suspendido los criterios de Maastricht cuatro veces; Alemania y Francia, 14

  • Déficit y deuda. Éstas fueron las dos palabras sacralizadas por el Tratado de Maastricht para encarrilar la entrada en vigor del euro y el futuro sostenible del continente. Sin embargo, entre 2000 y 2010 muy pocos han sido los países que han cumplido con sus deberes. Curiosamente, España es de las que menos suspensos acumula: sólo cuatro frente a los 14 de Alemania o Francia.
Álex Medina R.

Ésta es una historia de cantidad y calidad, dependiendo de las conclusiones a las que se quiera llegar. La cantidad dice que España es uno de los países más respetuosos con los criterios económicos que marcaba el Tratado de Maastricht, es decir, nivel de déficit y deuda en porcentaje del Producto Interior Bruto (el paro, el descontrol presupuestario de administraciones menores o la productividad entran en un debate muy distinto).

Incluso, de los 12 países originarios del euro, es la tercera de la clase, por detrás de las inmaculadas Finlandia y Luxemburgo, que son las únicas que nunca han sobrepasado unos números rojos del 3% ni una deuda del 60% del PIB entre 2000 y 2010. España, por su parte, ha incumplido en cuatro ocasiones, todas ellas en los últimos tres años.

Y ahora es cuando volvemos un momento a la calidad, ya que esos cuatro suspensos españoles han sido de los que un profesor situaría como muy deficientes, ya que en el caso del déficit las cifras de 2010 triplicaron el 3% permitido y en 2009 casi lo cuadruplicaron, siempre según datos de Eurostat.

Igualmente, cuando se cierre el año en curso España sumará con toda seguridad otras dos muescas en su haber, ya que la deuda ha seguido engordando (algunas previsiones apuntan a más de un 70%) y el déficit no bajará del 6%... y que cumpla ese objetivo habrá que verlo.

Además, y para constatar esta división entre estadística o análisis, el cuarto país con mejores resultados a lo largo de los pasados once años es Irlanda, rescatada por la Unión Europea a finales del año pasado cuando su situación económica se volvió insostenible.

Pero los criterios de Maastricht estaban para cumplirse. O esa era la razón de su aprobación. Alemania exige ahora máximo rigor a los periféricos en sus cuentas, pero el país germano ha fallado en los objetivos del Tratado en 14 de las 22 variables posibles durante los últimos once años.

De una forma concreta, sólo estuvo en terreno permitido en 2000 y 2001 y entre 2006 y 2009 sólo en lo que respecta al déficit. En el resto de los exámenes suspendió, aunque en números rojos su desviación siempre ha sido pequeña; la más alta, el 4% de 2003.

Una historia muy diferente es la deuda con respecto al PIB. En ello, Alemania puede presumir muy poco. Superó la frontera del 60% (algo que no ha ocurrido en España hasta 2010) en 2002 y el año pasado ya estaba en un 83,2%, por encima de la media europea (bien se coja la zona de la moneda común o toda la UE).

Francia, por su parte, tampoco es un alumno especialmente aplicado. Al igual que Berlín, París suma 14 incumplimientos de 22 parámetros. Sin embargo, el examen galo es ligermanete peor que el alemán: su déficit ha superado el 7% en los dos últimos ejercicios.

En cuanto a deuda, la evolución ha sido muy pareja, con un repunte de unos meses a esta parte que ha dejado la tasa francesa en el 81,7% del PIB al terminar 2010.

Entre uno y otro, ya sa sabe, marcan el paso del Viejo Continente, no sólo desde un punto de vista político, sino también puramente estadístico. Es decir, que la media de los 17 países del euro arroja casi resultados idénticos a los de ambas potencias, con 14 incumplimientos en total y aprobando en los mismos ejercicios en los que franceses y alemanes.

El 14, a todo esto, parece ser el número que marca la prueba de Maastricht en los estados miembros. 14 han sido también los suspensos de Portugal y Austria entre 2000 y 2010. Muy cerca de esa cifra están los 13 de Bélgica y de la media de la UE a 27.

Fuera de categoría se podrían situar, finalmente, Italia y Grecia. El país que dirige Silvio Berlusconi ha fallado en 18 ocasiones de 22 posibles. Tan sólo acató los parámetros de déficit en 2000, 2001, 2007 y 2008.

¿Qué decir de Grecia a estas alturas? Ni una sola vez ha hecho sus deberes. El país heleno ha superado el déficit y la deuda permitidos a lo largo de los 11 años. Sin excepciones: en las 22 posibilidades y teniendo en cuenta que éstos son los datos que comunicó a la UE, con lo que la realidad puede ser incluso más cruda.

Tampoco es algo que sea de unos pocos años a esta parte: la deuda ya superó el 100% del PIB en el año 2000.

Fuera del euro, aunque no del Viejo Continente, una última consideración: el Reino Unido habría incumplido el Tratado comunitario en ocho ocasiones. Su déficit en 2010 equivalía al 10,4% del PIB y su deuda, al 80,8%. En ambas cifras, por encima de España.

Mostrar comentarios