La crisis ha dejado sin ningún tipo de fuente de ingresos a más de un millón y medio de personas residentes en España. No es una estimación, no es un cálculo aproximativo, no es la conclusión de un informe académico, es la evidencia que resulta de la información de las declaraciones tributarias de los contribuyentes que anualmente aglutina la Agencia Tributaria en su Informe sobre Mercado de Trabajo y Pensiones.
En 2008, las bases de datos de Hacienda registraron que había 19.310.627 personas que habían recibido algún tipo de ingreso, ya fuera por su trabajo como asalariados, por su condición de pensionistas o por estar recibiendo una prestación por desempleo.
Según los últimos datos publicados por la Agencia Tributaria, en 2011 esa cifra era de 17.788.121 personas. Es decir, que en los últimos cuatros años y ajustándonos a términos tributarios se han perdido 1.522.506 contribuyentes a la Hacienda Pública.
El dato no sólo refleja la intensidad de la crisis sino que explica las dificultades que se está encontrando el Gobierno para conseguir reactivar los ingresos pese a las sucesivas subidas del IRPF.
No es para menos. Desde 2008 el número de asalariados a los que retiene Hacienda se ha reducido en dos millones, mientras que el volumen total de retribuciones sobre las que tiene que aplicar la escala de tarifas del Impuesto sobre la Renta ha caído en 30.000 millones de euros.
Desplome salarial
La escala salarial también se ha deteriorado. Casi una tercera parte de los 17,8 millones de contribuyentes que declararon percibir un salario en 2011 (5,6 millones) tuvieron unas retribuciones acumuladas que ni siquiera llegaban al Salario Mínimo Interprofesional.
La cifra se incrementa a los 12,2 millones cuando se agrega a los asalariados cuyas percepciones se mueven en el entorno de los 1.000 euros.
También se ha reducido el número de contribuyentes que se sitúan en la banda más alta de la escala salarial, aquella que refleja los salarios que superan los 58.000 euros anuales.
En 2008, 470.625 trabajadores figuraban en esa escala según los datos en poder de la Agencia Tributaria, el año pasado esa cifra cayó hasta los 374.431.
Todo ello guarda una relación estrecha con la crecida del paro. El número de perceptores pasó de los 763.080 registrados en 2008 a los 1.616.224 que cobraron prestación en algún momento del año en 2011.
La retribución media de estas, calculada teniendo en cuenta tanto los que estuvieron todo el año en paro como los que lo cobraron de forma temporal, fue de 4.813 euros.
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