Rohaní quiere una interacción constructiva con el mundo, incluido EEUU

  • El nuevo presidente electo de Irán, el reformista moderado Hasan Rohaní, quiere una interacción constructiva para mejorar las relaciones con el mundo, incluido Estados Unidos pero no Israel, según dijo hoy en su primera y multitudinaria rueda de prensa tras su elección el viernes pasado.

Chema Ortiz

Teherán, 17 jun.- El nuevo presidente electo de Irán, el reformista moderado Hasan Rohaní, quiere una interacción constructiva para mejorar las relaciones con el mundo, incluido Estados Unidos pero no Israel, según dijo hoy en su primera y multitudinaria rueda de prensa tras su elección el viernes pasado.

Casi cubierto por medio centenar de micrófonos y ante varios cientos de periodistas, fotógrafos y camarógrafos, además de un buen número de invitados y seguidores, Rohaní aseguró que, "si usamos esa oportunidad, será beneficioso para las dos partes, para Irán y para el resto del mundo".

Con cara sonriente y expresión amable, Rohaní, un clérigo chií de ideas moderadas que ha recibido el apoyo de los reformistas del régimen islámico para acceder por sorpresa a la Presidencia en la primera vuelta el 14 de junio, no se opuso a una negociación directa con EEUU en cuestiones nucleares, pero la condicionó.

"La relación con Estados Unidos es un tema complicado y difícil. Es una herida vieja, pero nosotros no buscamos seguir con las tensiones", dijo Rohaní, aunque para hablar cara a cara reclamó "igualdad y respeto".

Según el presidente electo, "ambos pueblos (los de Irán y EEUU) tienen que pensar en el futuro" y el Gobierno de Washington ha de "admitir que no se entrometerá en los asuntos internos de Irán y reconocer los derechos de Irán, incluidos los nucleares" para poder tratar con Teherán.

"Deben olvidarse de una política unilateral y de amenazar con la fuerza a Irán", insistió Rohaní, que pidió "buena voluntad" a Washington, desde donde ya le han propuesto hablar directamente sobre el programa nuclear iraní.

"Con cualquier país al que reconocemos queremos solucionar los problemas", dijo el recién elegido presidente, con lo que excluía a Israel, Estado al que la República Islámica de Irán no reconoce, cuya desaparición propugna y al que denomina "entidad sionista".

Puso, de todos modos, como prioridad de su política exterior a los 15 países vecinos de Irán, en especial a los estados árabes del golfo Pérsico, con los que Teherán mantiene permanentes tensiones, y recordó que el primer acuerdo de seguridad con Arabia Saudí, su principal rival en la zona, "se hizo con mi firma".

En relación con otras zonas del mundo, destacó "los países latinoamericanos, que también están entre los que queremos desarrollar nuestras relaciones", además de los estados islámicos y los No Alineados.

Mientras el calor iba subiendo por la alta temperatura del día y la acumulación de gente en el salón de actos del Centro de Estudios Estratégicos del Consejo del Discernimiento, que Rohaní dirigía hasta ahora, el presidente electo trató de las sanciones internacionales que pesan sobre Irán y aseveró: "Son injustas y opresivas".

"El pueblo de Irán no ha hecho nada para sufrirlas y ha cumplido la ley y los acuerdos internacionales" en lo referente a su programa nuclear, defendió Rohaní, quien dijo que para aliviar las sanciones planteará "claridad y medidas de confianza".

"Vamos a aclarar a todo el mundo que las actividades de la República Islámica en el marco nuclear están dentro de la ley internacional", dijo, además de "crear más confianza con el mundo", vía por la que espera que "no se agraven y se alivien las sanciones".

De ese modo, espera Rohaní que se pueda mejorar la situación económica interna, y se refirió también al uso de los recursos financieros para dirigirlos, sobre todo, al sector productivo, para asegurar la disponibilidad de bienes, en especial los básicos, aunque manteniendo algunos subsidios a los más desfavorecidos.

En todo caso, dio a entender que no parará el enriquecimiento de uranio, la cuestión más delicada del enfrentamiento nuclear entre Irán y Occidente, encabezado por EEUU, aunque espera llegar a un acuerdo similar al que él mismo alcanzó con el entonces presidente francés, Jacques Chirac: "por esa vía podemos volver a empezar ahora", dijo.

Sobre la cuestión siria, en la que Teherán es el principal aliado del régimen de Damasco en Oriente Medio, Rohani dijo tajante: "Solucionar el conflicto de Siria lo tiene que hacer la gente de Siria".

"Estamos en contra del terrorismo y de la injerencia de otros países", apostilló en referencia a la oposición armada siria y los estados que los respaldan, pues -dijo- "el Gobierno actual de Siria debe ser aceptado por todo el mundo hasta las próximas elecciones (2014) y, en esos comicios, se hará lo que decidan los sirios".

La rueda de prensa, que había empezado con aplausos, saludos, el himno nacional y una recitación del Corán, acabó abruptamente, cuando al presidente electo le dijeron a gritos: "Rohaní, acuérdate que Musaví tiene que estar", ante lo que, sin perder la sonrisa y con un gesto de despedida, abandonó la sala.

La radio nacional también cortó su emisión de la rueda de prensa al oirse el nombre de Mir Husein Musavi, líder del Movimiento Verde reformista surgido en las elecciones de 2009, que lleva dos años y medio encarcelado, como Mehdi Karrubi, el otro dirigente de las protestas que fueron entonces sangrientamente reprimidas.

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