La intervención de Cajasur fuerza al Banco de España a acelerar la reestructuración del sector

"El gran perdedor de la intervención de Cajasur ha sido el propio Banco de España, porque se ha demostrado su falta de autoridad". Esta afirmación, pronunciada por un directivo del sector financiero, pone en la picota la labor que está llevando a cabo Miguel Ángel Fernández Ordoñez, presidente de la máxima autoridad financiera del país.

Después de un año viendo como Cajasur daba largas sin terminar de sellar su matrimonio con Unicaja, MAFO ha ordenado la intervención. Pero no por decisión propia, sino porque ha sido la propia caja cordobesa la que ha preferido caer en manos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancario (Frob) que entregarse a la entidad presidida por Braulio Medel.

Todo un golpe de imagen para España, a quien Europa y el Fondo Monetario Internacional (FMI) llevan tiempo pidiendole que acelere la necesaria reestructuración del sector financiero. Unas exigencias que tienen fecha de caducidad.

El próximo 30 de junio concluye el plazo dado por Bruselas al Frob y los expertos descartan que Europa esté dispuesta a dar una prórroga a España (puede pedirla de hasta seis meses) si se presenta con el actual panorama, fiasco de Cajasur incluido. "Se ha perdido el respeto a una intervención, después del espectáculo de Cajasur, parece como si fuera una alternativa más", señalan desde una caja de ahorros.

"La intervención de Cajasur va a acelerar otras fusiones, porque, esta vez sí, el Banco de España va a tener que tomar cartas en el asunto", asegura otro experto del sector. De hecho, el esquema bajo el que opera tanto MAFO como el Ministerio de Economía es presentarse ante las autoridades del Viejo Continente a finales de junio con un nuevo mapa, donde la mayoría de las entidades estén inmersas en algún proceso de fusión.

A Bruselas se le acaba la paciencia

El problema es que, a falta de sólo un mes, este nuevo dibujo apenas es un esbozo donde los trazos no paran de correrse. Sólo en las últimas dos semanas se ha vivido el espectáculo de Cajasur y el protagonizado por Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), que tras tener acordada la fusión con Caja Madrid, dio la espantada para intentar sellar un fallido matrimonio con Caja Murcia. ¿Resultado? Ahora busca su salvación en los brazos de BBK.

Espectáculos como éstos pueden echar por tierra los planes de Economía. Consciente de que por cuestión de tiempo resulta imposible llegar al 30 de junio con las inyecciones que necesitarán las cajas del Frob ya ejecutadas, el organismo dirigido por Elena Salgado confiaba en que llevar los acuerdos de fusión sería suficiente para que Bruselas diera la necesaria prórroga al Fondo de Rescate.

El problema es que después de los espectáculos dados por CAM y Cajasur, Europa podría pedir más hechos consumados y menos promesas de fusión que se rompen en el último momento. Y todo ello en el tiempo récord de un mes.

De hecho, el Banco de España ha advertido a varias entidades que, si no se fusionan de inmediato, las intervendrá. Dentro de ese grupo, según fuentes financieras, estaban Cajasur y CAM. Pero quedan más, los plazos se acaban y Europa quiere frutos. Ha llegado el momento de que terminen las amenazas y empiecen los hechos: fusión o intervención.