La letra pequeña de la UE: peligran el IVA reducido y el modelo de paro

  • Bruselas tiene sus razones para pedir a España nuevos esfuerzos si quiere tener más margen para cumplir el déficit. Aunque, más que las razones, importan sus exigencias, que pasan por una reforma profunda del IVA y nuevos cambios en los modelos de prestaciones por desempleo y pensiones.

Rehn: España podría tener de un año más para reducir el déficit
Rehn: España podría tener de un año más para reducir el déficit
Álex Medina R.

La Comisión Europea se comportó ayer como un viejo y cansado policía de homicidios a la hora de interrrogar un sospechoso. Primero, entró a la sala arremetiendo contra el preso, echándole en cara todos sus delitos; luego, le ofreció un pacto para reducir condena.

Traducido a la realidad, Bruselas dejó en evidencia todas las debilidades de la economía española, analizó el impacto real de lo que se ha hecho hasta ahora para ajustar el déficit y planteó su programa para que realmente se consigan los objetivos.

Después, vino el momento del poli bueno y se ofreció a alargar en un año el tiempo límite para cumplir con lo prometido.

Pero claro. Que haya que ajustarse a un 3% del PIB de desvío en 2014 y no en 2013 (que es la medida de gracia ofertada por la Comisión) tiene un precio para España y para sus 47 millones de habitantes.

Éstas son las principales consecuencias.

1) La trampa fiscal. La UE tiene una obsesión con nuestro IVA, cuyo tipo general es del 18% (después de que el PSOE lo subiera en dos puntos hace dos años). Es uno de los dos más bajos de los 27 y la recaudación por este impuesto apenas representa el 5,5% del PIB, el porcentaje más exiguo de la Unión.

Aunque esto no es lo que más molesta a Bruselas, sino que sólo se aproveche el 42% de lo que podría sacarse con este impuesto. Ante lo que se propone: "Existe margen para ampliar la base imponible del IVA procediendo a una revisión de la frecuente aplicación de exenciones y tipos reducidos", que en España son del 8% y del 4%.

¿Qué se grava al 8% y, por lo tanto, está en riesgo de subir su precio? La televisión de pago, los artistas (en todos sus estamentos) y el ocio (entradas de cine, teatros, musicales, parques de atracciones y zoos); el transporte de viajeros, la hostelería, las peluquerías y los servicios de limpieza o funerarios, entre otros muchos.

¿Y al 4%? El uso más polémico es, en estos momentos, el inmobiliario, que rebajó desde el 8% el PSOE en uno de sus últimos Consejos de Ministros y ha mantenido el PP. El resto de aplicaciones son más comprensibles: alimentos básicos, libros, periódicos, revistas, medicamentos y todo lo relacionado con productos de minusvalía.

El riesgo para esta lista es aún mayor, ya que no hay ningún Estado con una tasa tan baja y, por ejemplo, Alemania ni lo tiene.

Además, Bruselas siempre ha considerado que la forma más eficaz de mejorar los ingresos pasa por elevar los impuestos indirectos (que no sólo incluye al IVA, sino a los Especiales, como los de gasolinas, tabaco y alcohol) y arremete contra el Gobierno por acudir a la imposición directa (el IRPF) en clara desobediencia.

2) El modelo de paro no funciona. Con una media de desempleo en la eurozona del 10% (y rasgándose las vestiduras por ello), a la Comisión le duele la tasa de casi el 25% que presenta España y duda del sistema de prestaciones.

Algo falla. La reforma laboral, dice, va en buen camino, si bien cree que a corto plazo seguirá engordado las filas del INEM. A medio y largo, en cambio, puede funcionar, aunque sigue considerando que los 33 días de indemnización por despido es una cifra en el rango alto.

No obstante, la reforma "debe complementarse con una revisión más a fondo de las políticas activas de empleo", que son aquellas que ayudan al parado a buscar trabajo.

A la hora de concretar sus propuestas, la UE considera que hay que mejorar la utilización de servicios de formación, asesoramiento y puesta en relación de oferta y demanda, "intensificando sus vínculos con las políticas pasivas del mercado de trabajo".

En esta frase que suena a banal se esconde la referencia a retocar el sistema de prestaciones, ya que las "políticas pasivas" es la prestación por desempleo de toda la vida. Con lo que la UE quiere que quien cobre ayudas lo haga a cambio de algo más y se acabe lo de cobrar el paro sentado en casa.

3) La reforma de pensiones es insuficiente. De acuerdo que lo que se aprobó en 2011 es un "paso significativo" a largo plazo. El "pero" en este caso viene en que la garantía está demasiado lejana y puede que la crisis actual, que está dejando sin cotizar a millones de españoles en paro, muestre sus efectos antes de lo previsto.

Porque la población está envejeciendo y dentro de una década habrá muchos más jubilados con menos trabajadores en activos que los sostengan, con lo que quizá sería recomendable adelantar los efectos de la reforma (o su aplicación efectiva).

Por todo ello, la Comisión recomienda "acelerar el aumento de la edad preceptiva de jubilación" y "medidas concretas encaminadas a desarrollar más el aprendizaje permanente, mejorar las condiciones de trabajo y fomentar la reincorporación de este grupo al mercado".

Lo primero incidirá en prejubilaciones y lo segundo, en alargar lo máximo posible la vida laboral.

4) Solucionar el problema eléctrico, controlar salarios y ayudar, de una vez, a los jóvenes. El libro de recetas europeo aún presenta unas pocas páginas más.

Por ejemplo, aconseja que se solucionen de una vez los problemas de interconexión de las infraestructuras eléctricas y gasísticas, así como "abordar el déficit tarifario del sector eléctrico de forma global".

También muestra más de un reparo Bruselas sobre la productividad en España y critica abiertamente la revisión automática de salarios en función de la inflación.

Y, por último, recomienda una revisión de las prioridades de gasto "y reasignar los fondos a fin de facilitar el acceso a la financiación para pymes, investigación, innovación y juventud". A este respecto, los jóvenes preocupan de una forma especial a Bruselas, que exige que se tomen medidas para adaptar el mercado laboral a sus necesidades y frenar la sangría del abandono temprano de los estudios.

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