España ha vuelto a cerrar con éxito una visita a los mercados, la segunda en lo que llevamos de semana. Y es que el Tesoro Público se había fijado hoy el objetivo de colocar entre 2.500 y 3.500 millones de euros en bonos a medio y largo plazo y, al final, ha superado de largo sus objetivos.
En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha adjudicado 6.027 millones, casi el doble de lo previsto, y lo ha hecho pagando una rentabilidad inferior al 5,6%, igual que en la subasta anterior de este tipo de deuda.
Por plazos, el resultado de la subasta ha sido el siguiente: ha colocado 2.451 millones en bonos a cinco años (que vencen en enero de 2016) a un interés marginal del 4,058%. También ha colocado otros 2.176 millones en bonos a nueve años (vencen en abril de 2020) a un rendimiento del 5,239%. Por último, ha adjudicado otros 1.400 millones en bonos a diez años (vencen en abril de 2021) a un interés del 5,564%.
Estas rentabilidades están muy por debajo de las que tuvo que pagar el Tesoro en anteriores subastas de deuda a largo plazo. Y es que a mediados de noviembre, el organismo se vio obligado a ofrecer un interés superior al 7%, aunque estas cifras parece que fueron puntuales.
Además, a pesar del descenso del interés que paga a los inversores, la demanda ha sido muy elevada. Sumando las peticiones de todos los plazos, la cifra alcanza los 11.214 millones de euros, lo que implica que ha superado en 1,86 veces la cantidad finalmente adjudicada.
Pero, ¿todo esto ha tenido reflejo en el mercado? De momento, el principal indicador de nuestra bolsa intenta mantenerse en terreno positivo, mientras que Telefónica, quien anunció ayer un recorte del dividendo, es el valor que está frenando al selectivo.
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