El pánico a otra recesión noquea a las bolsas europeas, que cierran otro lunes negro

Los fantasmas de la recesión han vuelto a asustar a los inversores y éstos, presas del pánico, han apostado por las ventas en todas las bolsas del Viejo Continente.

En este lunes negro no ha habido excepciones. El principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, ha terminado el día con un desplome del 4,69%, el tercer peor resultado del año, que le ha dejado en el nivel de los 8.066,3 puntos, justo 100 puntos por encima del nivel más bajo que ha marcado en los últimos quince meses.

No obstante, el parqué español no ha sido el único que ha sufrido un duro castigo. El Dax alemán, por ejemplo, ha caído un 5%, mientras el Cac francés ha perdido un 4,4%, el Ftse británico un 3,2%, el PSI portugués un 2,7% y el MIB italiano un 4,5%. A estas pérdidas se suman las que ha protagonizado el Nikkei japonés, que ha cerrado esta mañana con descensos del 1,8%.

Pero, ¿qué ha pasado para que la semana haya arrancado con estas dosis de pesimismo? Como viene siendo de costumbre en las últimas semanas, el principal culpable ha sido el miedo a que se produzca un nuevo parón económico.

La protagonista del día ha sido la directora del FMI, Christine Lagarde, que alertó ayer del peligro de que se produzca una recesión global inminente. Y la noticia ha alarmado a los inversores, que se han empezado a preocupar a medida que ha ido avanzando la sesión.

De nada han servido las declaraciones del presidente de la Comisión Europea, Durao Barroso, que ha asegurado que la Unión Europea no volverá a caer en las garras de una recesión económica.

Parece que el mercado desconfía de las palabras y sólo está dispuesto a reaccionar ante los hechos. Y los últimos han sido muy negativos. Al mal dato de empleo que presentó el viernes Estados Unidos se ha unido la cifra dececepcionante del PMI de servicios. 

"Las duras bajadas de hoy tienen que ver con unos datos malos de PMI servicios de Europa y China, que se suman a las preocupaciones por la economía estadounidense y a la incertidumbre sobre Grecia", señala Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets.

De hecho, estas cifras peores de lo esperado han agudizando los temores de una recesión a nivel mundial. Y es que, en Alemania, el crecimiento del sector de servicios ha sido el más flojo en más de dos años en agosto, mientras que, en Reino Unido, ha perdido fuelle a un ritmo no visto desde hace más de una década, y en China se ha desacelerado a un mínimo histórico.

A este escenario tan adverso hay que sumar otra noticia que ha cotizado a la baja: el mal resultado del partido de Angela Merkel en las elecciones regionales de su 'land' natal.

Pero los castigos no han acabado aquí. El mercado de deuda, que ha permanecido estable durante semanas, también se ha visto presionado. De hecho, la prima de riesgo de España ha repuntado con fuerza y roza los 340 puntos básicos, al tiempo que el interés del bono nacional a diez años escala hasta el 5,26%.

Mientras, el riesgo país de Italia se ha disparado hasta los 370 puntos básicos, afectada por los rumores de que la deuda transalpina podría sufrir una rebaja de calificación. Y todo ello se ha producido a pesar de que el BCE ha confirmado que la semana pasada compró más de 13.300 millones de euros de deuda pública.

Ante este  panorama, Jean-Claude Trichet, el máximo responsable del Banco Central Europeo, ha exigido a los líderes europeos que pongan en marcha cuanto antes las medidas pactadas en la cumbre del Eurogropo el pasado mes de julio. 

Mientras tanto, varios ex presidentes europeos han asegurado en una carta conjunta que, de no aceptarse ya la emisión de eurobonos y el segundo rescate a Grecia, existe un "riesgo de ruptura" de la eurozona. Entre los líderes que han participado en esta iniciativa están el español Felipe González, el británico Tony Blair, el alemán Gerhard Schröeder y los economistas Nouriel Roubini y Joseph Stiglitz.

De vuelta al Ibex, todos los valores han cerrado en negativo, excepto BME, que ha logrado subir medio punto. En cambio, los blue chips han sufrido en este arranque de la semana: Repsol ha perdido un 6%, Santander un 5,94% y BBVA un 5,79%, mientras que Telefónica ha caído un 4,3%.