Guerra abierta en la Agencia Tributaria tras el cese de un cargo de la lucha antifraude

    • La destitución de una inspectora a cuenta de un acta de liquidación fiscal contra Cemex provoca una ola de renuncias y enrarece el ambiente en el centro neurálgico de la lucha contra el fraude.
    • Reconstruimos el proceso que llevó al cese de la jefa adjunta de la Oficina Técnica de la Delegación de Grandes Contribuyentes.

La Agencia Tributaria es a estas horas un polvorín con enormes posibilidades de estallar. La chispa que ha encendido la mecha del conflicto ha sido el cese fulminante de un alto cargo de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes, Dolores Linares, a cuenta de unas supuestas desavenencias con el responsable de la misma en la forma de enfocar la resolución de un expediente tributario abierto a la multinacional cementera de origen mexicano Cemex.

La repentina destitución de Linares ha desencadenado un fuerte movimiento de placas tectónicas en el departamento, que pasa por ser el núcleo duro de la lucha contra el gran fraude fiscal.

Su jefe directo, Ignacio Ucelay, planteó de forma inmediata su renuncia en desacuerdo por la decisión adoptada por los responsables de la Agencia y al menos otros dos altos cargos del departamento han hecho lo mismo en los últimos días, según ha podido confirmar lainformacion.com.

Todo ello en medio de un clima de indignación generalizada entre los profesionales de la Agencia Tributaria, que ha aflorado a través del comunicado emitido a sus asociados por la Organización de Inspectores de Hacienda, atribuyendo el cese de Linares a "razones con un sesgo ajeno a criterios técnicos", y por la denuncia de injerencias políticas del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha).

Y por si esto fuera poco, confluyen más circunstancias agravantes. Esto sucede en el seno de la Delegación de Grandes Contribuyentes, un órgano de relevancia estratégica al ser la encargada de velar por el cumplimiento de las obligaciones fiscales de los mayores contribuyentes del país.

Además, ocurre tras la ola de relevos decretada por el nuevo equipo directivo de la Agencia Tributaria hace apenas unos meses; y sólo un mes después del tremendo rapapolvo propinado por el nuevo director de la Agencia, Santiago Menéndez, a los inspectores en el último Congreso del colectivo.

Tampoco hay que olvidar que el pasado mes de junio la anterior responsable de la Agencia Tributaria, Beatriz Viana, acabó dimitiendo tras el escándalo generado por un error en la atribución de una serie de fincas a la Infanta Cristina en el marco de la investigación del caso Noos.

"El proceder de la compañera ha sido en todo momento técnico y profesional, por lo que la Asociación no puede sino apoyar a nuestra asociada, a la vez que critica el cese producido por injusto". La Organización de Inspectores de Hacienda no apreció nada en el proceder de Dolores Linares que pudiera justificar su cese.

La opinión que trasladan en privado los responsables de la Agencia Tributaria es bien distinta. Linares habría desobedecido una instrucción directa del delegado central de Grandes Contribuyentes, Ignacio Huidobro, lo que habría justificado su cese.

Oficialmente, la Agencia Tributaria se limita a decir que la destitución se enmarca enun proceso normal de reestructuración de equipos que está llevando a cabo el nuevo director general del organismo, Santiago Menéndez, desde su nombramiento el pasado mes de junio.Historia de un cese

¿Qué ocurrió en realidad? lainformacion.com ha consultado tres fuentes internas de la Agencia Tributaria y éste es el resultado de estas pesquisas:

Todo arranca hace unos seis meses con la declaración de disconformidad de Cemex respecto a la propuesta de liquidación (pago) recogida en el acta elaborada por el equipo de Inspección encargado de revisar las cuentas de la cementera mexicana.

Como ocurre en estos casos, el acta de disconformidad de la compañía se eleva, junto al informe del equipo de Inspección, a la Oficina Técnica de la Dependencia de Control Tributario y Aduanero de la Delegación de Grandes Contribuyentes, donde Dolores Linares es jefa adjunta, para confrontar los argumentos de la Inspección con los del contribuyente y determinar si la liquidación planteada es o no adecuada.

Según fuentes de la Agencia conocedoras del procedimiento, este análisis no es individual, sino colectivo, y en él suelen tomar parte además de los profesionales de la Oficina Técnica, los responsables de la Delegación e incluso del Departamento de Inspección.

"El objetivo es que se den soluciones similares a situaciones parecidas y que no haya criterios diferentes en las actuaciones de la Inspección", aclaran estas mismas fuentes.

El análisis concluye que no procede aceptar los argumentos de la cementera y sí respaldar el acuerdo de liquidación del equipo de Inspección, y así se hace. Entre las fuentes consultadas hay alguna que incluso subraya que esta actuación fue señalada como modélica.

El caso es que el asunto llega hasta este punto sin haber generado ningún tipo de problema.

Normalmente la firma del acuerdo de liquidación suele ser el punto final de las actuaciones de la Inspección, ya que, si están disconformes, las empresas acostumbran a recurrir llegadas a este punto al Tribunal Económico-Administrativo Central para defender sus argumentos.

Sin embargo, y de forma totalmente inusual, según subrayan las fuentes consultadas, Cemex presentó un recurso de reposición a dicho acuerdo de liquidación y, lo que resulta aún más insólito, sin aportar ningún argumento adicional a los ya utilizados.

Según lo que Dolores Linares contó a la Asociación de Inspectores de Hacienda, en vista de que la empresa no aportaba ningún argumento adicional, el criterio "que había sido avalado expresamente por el jefe del Departamento de Inspección" seguía vigente por lo que decidió rechazar el recurso de reposición.

Y es aquí donde se desata el conflicto. Desde la cúpula de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes se acusa a Linares de haberse saltado una instrucción directa recibida de sus superiores. Ésta, sin embargo, afirma no haber recibido ninguna instrucción en orden a cambiar el criterio asentado antes de la firma del acuerdo de liquidación.

Las fuentes consultadas difieren en cuando a la naturaleza del conflicto. La primera teoría atribuye el cese a un episodio de descoordinación. Según esta tesis, el responsable de la Delegación de Grandes Contribuyentes habría dado la instrucción, pero ésta no habría llegado al órgano encargado de aplicarla y el resultado de esta lamentable desconexión habría sido el cese de Dolores Linares, que ni siquiera tuvo ocasión de explicarse antes de ser destituída.

También hay quién atribuye la destitución a una suerte de ajuste de cuentas de naturaleza política. Esta teoría alinea a Dolores Linares cerca de las posiciones del equpo directivo de la etapa socialista y le atribuye comportamientos distorsionadores en el funcionamiento de la Agencia.

La tercera línea argumental incide en el carácter inusual del recurso de reposición presentado por Cemex y en lo fulminante del cese después de que éste fuera rechazado. "Por supuesto que ha habido ceses de altos cargos en la Agencia Tributaria desde siempre, pero jamás habían tenido tanta relación con un expediente concreto".

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