Así es el préstamo blando que quiere España: una línea de crédito a 30 años al 3%

  • Las condiciones del préstamos que dará Bruselas al FROB para rescatar a la banca todavía están por definirse, pero los requisitos que está pidiendo el Gobierno alcanzan un plazo de hasta tres décadas y un tipo del 3%. Los mercados, por este tipo de financiación, nos piden actualmente un 6%. Además, el Ejecutivo cambiará la ley para conceder a los bancos más tiempo para devolver las ayudas.

King Juan Carlos Of Spain Receives New Bank Of Spain Governor Luis Maria Linde
King Juan Carlos Of Spain Receives New Bank Of Spain Governor Luis Maria Linde
Ruth Ugalde

El Gobierno español ha lanzado un órdago a la grande en las condiciones que ha puesto sobre la mesa para negociar el rescate a la banca. Según fuentes políticas, el objetivo que persigue el Gobierno es conseguir un plazo de hasta 30 años y un tipo de interés al 3%.

Esta propuesta supone abaratar a prácticamente la mitad la financiación si se compara con cuánto le habría costado al Tesoro pedir este dinero en los mercados, ya que la rentabilidad actual de las obligaciones a 30 años se sitúa en el 6,7%.

"Es normal que España intente negociar el mayor plazo posible, porque cuanto mayor sea éste, y más bajo el interés, mejor podrá pagarlo", señala José Ramón Iturriaga, gestor de Abante Asesores.

No obstante, dentro del sector financiero se tiene poca confianza en que el poder de convicción del Ejecutivo pueda llegar a tanto, y se especula con un horizonte de 15 años como el plazo máximo que conseguirá arrancarle a Bruselas.

"Llegar a 20 años sería un auténtico éxito, aspirar a 30 años parece mucho", señalan desde una entidad financiera.

Línea de crédito

El instrumento de financiación que prácticamente tiene garantizado España es una línea de crédito por hasta 100.000 millones, cuya principal diferencia sobre un préstamo es que no recibe directamente todo el dinero que termine necesitando (en torno a 65.000 millones, según fuentes financieras), sino que irá pidiendo cantidades conforme las vaya necesitándo.

Esta fórmula, a falta de que se cierren los detalles, tiene varias ventajas. La primera, que España no va a tener que anotarse de golpe 65.000 millones más de deuda, ni que pagar un 3% anual (1.950 millones) en forma de intereses. Esto es importe, porque el dinero que se pida engordará la deuda sobre PIB española, y los intereses salpicarán al déficit.

Para evitar anotarse toda esta factura de golpe, el FROB irá pidiendo el dinero conforme vayan necesitándolo las entidades, y éstas, a su vez, irán devolviéndolo al ritmo que les convenga a cada una.

"La ventaja de esta fórmula, siempre a la espera de cómo termine cerrándose el acuerdo, es que permitirá al FROB tener garantizada una vía de financiación mucho más barata durante las próximas tres décadas, lo que le libera de tener que recurrir a los mercados", señalan fuentes financieras.

"Si España quisiera cancelar la línea antes del plazo máximo que termine consiguiéndose, podría, pero esta estructura permite tener garantizada una enorme bolsa de financiación en unas condiciones privilegiadas. ¿Cuánto le costaría sólo en intereses al Tesoro estar refinanciando bonos a 10 años con lo que está pidiendo el mercado?", señala una fuente política.

Actualmente, estas colocaciones exigen un 6,5%.

Diferentes rescates

Esta flexibilidad que confiere la línea de crédito también permite al Gobierno mayor margen de actuación para afrontar las dos caras de la moneda que tiene el resate de la banca.

Por una parte están las nacionalizaciones, es decir, las operaciones en las que el Estado, vía FROB, va a pasar a convertirse en dueño de las entidades rescatadas.

En esta situación se encuentran Bankia (19.000 millones), Novacaixagalicia (9.000 millones), CatalunyaCaixa (9.000 millones) y Banco de Valencia. Además, no se descarta que alguna otra entidad termine siendo pública.

La normativa actual exige que el FROB debe salirse del capital en un plazo de tres años cuando rescata a una entidad por esta fórmula, pero el Ejecutivo está trabajando ya en ampliar los plazos, aunque el sector descarta que se vaya mucho más allá de cinco ejercicios.

"En estos casos, lo que interesa al país es sanear cuanto antes el banco, venderlo y devolver el dinero", explican desde un gran banco.

La otra opción consistirá en conceder una especie de créditos (los denominados cocos) a las entidades por la cantidad que necesitan para recapitalizarse, a cambio de un interés que será superior que el que pida Bruselas al FROB.

En estos casos, la normativa actual concede hasta cinco años para devolver las ayudas, plazo que previsiblemente también será ampliado.

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