Las grandes empresas presionan al Gobierno para blindarse contra opas y bajistas

  • Un nutrido grupo de compañías del Ibex 35 llevan varias semanas presionando al Ejecutivo para que modifique la normativa y recupere las limitaciones a los derechos de voto y el veto a los bajistas. Dos medidas dirigidas a evitar que siga cayendo su valor en bolsa y a blindarse contra la amenaza de que empresas extranjeras les compren a precio de saldo.

Ruth Ugalde

Un nutrido grupo de compañías del Ibex 35 llevan varias semanas presionando al Ejecutivo para que modifique la normativa y recupere las limitaciones a los derechos de voto y el veto a los bajistas.

El objetivo que se esconde detrás de estas dos medidas es evitar que siga cayendo su valor en bolsa, por una parte, y a blindarse contra la amenaza de que empresas extranjeras les compren a precio de saldo, por otra.

Porque, aunque vuelvan a prohibirse las operaciones especulativas que ganan dinero tirando a la baja el valor de las compañías (lo que se conoce como operaciones en corto), la realidad es que muchos de los buques insignia nacionales están cotizando a precios irrisorios.

Como ejemplo, sólo en lo que llevamos de años, el índice Ibex 35, que aglutina a las mayores empresas de la bolsa española, ha visto evaporarse 87.672 millones de euros, casi un 30% de lo que se pagaba por ellas cuando arrancó el ejercicio.

El Ejecutivo, según fuentes conocedoras de las conversaciones, se ha mostrado receptivo e, incluso, plantea llevar alguna de estas medidas, si no las dos, a los próximos consejos de ministros.

Sin embargo, también es cierto que existen dificultades normativas para aplicar la idea de blindar a las compañías contra opas hostiles (compras por parte de otro grupos, fundamentalmente extranjeros, que no cuentan con el apoyo de los actuales dueños).

Hasta hace un año, la legislación española permitía limitar el derecho de voto de los accionistas al 10%. Esto signfica que, aunque alguien tuviera el 90% de una empresa, sólo podía votar por el 10%.

Sin embargo, desde julio del pasado ejercicio estos blindajes no son efectivos y, ahora, lo que se plantea es recuperar alguna medida en esta línea, que desincentivaría el posible interés de compradores extranjeros.

Por otro lado, el veto a los bajistas se enfrenta a la oposición de los puristas del mercado, que defienden poder operar libremente y aseguran que estas medidas restrictivas van contra la liquidez.

De hecho, muchos empresarios temen que, al final, el Gobierno sólo limite las operaciones en corto para las sociedades financieras -bancos y aseguradoras-, algo que les da el doble el miedo, ya que centraría toda la actividad de estos inversores en el resto de valores.

Porque le realidad es que España está ahora en el centro de la diana de los especuladores y su debilidad está siendo aprovechada tanto en los mercados de deuda, con la rentabilidad del bono y la prima de riesgo en niveles máximos- como en el parqué.

En juego está salvaguardar lo que los defensores de estas medidas denominan el "interés nacional", un concepto que afecta, sobre todo, a energéticas como Iberdrola o Repsol, compañías con negocio de defensa, como Indra, empresas de transporte, como Iberia (ahora fusionada con British Airways), bancos (aunque los dos buques insignia, Santander y BBVA, son de difícil digestión por su tamaño) y operadoras, como Telefónica, cuyo tamaño también se perfila como el mejor blindaje.

Los movimientos para blindar a las compañías cotizadas van en línea con el anuncio que hizo el primer ministro italiano, Mario Monti, hace poco más de un mes, cuando anunció que también iba a aplicar una serie de medidas dirigidas a blindar a sus empresas estratégicas.

http://www.lainformacion.com/espana/florentino-ya-tiene-la-enmienda-que-le-permitira-tener-mas-poder-en-iberdrola_znwvVGtYF0DbjogBi5Umx4/

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