Ernst & Young, multado con 8,3 millones por los 'ligues' de sus socios con clientes

Las grandes empresas y sus auditores externos a menudo mantienen estrechas relaciones profesionales. Pero ahora, por primera vez, los reguladores de Estados Unidos han decidido multar con 9,3 millones de dólares (8,32 millones de euros) a Ernst & Young por permitir y no informar de una relación amorosa entre un auditor y un cliente.

Según informa el diario Financial Times, las investigaciones realizadas por la Comisión de Bolsa y Valores han destapado que un socio de Ernst & Young que interviene en la auditoría de una compañía pública con sede en Nueva York "forjó una estrecha amistad" con la directora financiera de la compañía y gastó más de 100.000 dólares (89.500 euros) para "entretenimientos" del ejecutivo.

Mientras, otro socia que estaba realizando la auditoría de una empresa pública diferente inició una relación sentimental con su director de contabilidad.

En ambos casos EY no tomó las medidas adecuadas, señaló la SEC.

"Ernst & Young no ha hecho lo suficiente para detectar o prevenir que estos socios se acerquen demasiado a sus clientes, de modo que comprometen su papel como auditores independientes", aseguró Andrew Ceresney, director de la División de Cumplimiento de la SEC.

El auditor independiente debe normalmente evaluar si los empleados tienen relaciones familiares, laborales o financieras con los clientes de auditoría, "que podrían evitar una evaluación de los libros de una empresa de una manera superficial o independiente".

Pero la SEC encontró que Gregory Bednar, que fue socio de EY en Chicago, se acercó demasiado a la directora financiera de un cliente.

Según el regulador, Bednar destinó más de 89.500 euros a gastos de entretenimiento -eventos deportivos y regalos- para el ejecutivo y su hijo. "Ambos pasaban noches juntos en la casa del otro, viajaron junto con los miembros de la familia sin ningún propósito comercial válido e intercambiaron cientos de mensajes personales de texto, correos electrónicos y mensajes de voz durante el período de auditoría entre enero de 2012 y 2015".

EY ha acordado pagar una multa de 4,975 millones de dólares (4,46 millones de euros) y Bednar debe pagar una multa de 45.000 dólares (40.310 euros) y será suspendido durante tres años.

En un caso separado, la SEC encontró que el otro socio EY, Pamela Hartford, violó las normas de la independencia del auditor cuando ella mantuvo una relación sentimental con un ejecutivo financiero en Ventas, Robert Brehl, mientras que se auditaba la empresa.

El supervisor de Hartford, el socio de EY Michael Kamienski, se percató de la relación impropia, pero no llevó a cabo una investigación razonable.

Ernst & Young acordó pagar 4,366 millones de dólares (3,9 millones de euros) y Hartford y Brehl accedieron a pagar multas de 25.000 dólares cada uno (22.400 euros). Hartford y Kamienski han sido suspendidos por tres años y Brehl, por un año.

Un portavoz de EY aseguró que los individuos involucrados "violaron varias directivas de EY, escondieron su conducta y se comportaban de una manera que era la antítesis de código global de EY de conducta, la cultura, los valores, las políticas, y la formación [...] Todos han sido separados de nuestra organización".

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