Miguel Blesa se enfrentaba a un horizonte penal de 10 años de cárcel

La muerte de Miguel Blesa llega en plena explosión de los casos relacionados con su gestión en Caja Madrid, en el que, hasta ahora, afrontaba un horizonte penal de 10 años de cárcel. Hasta el momento, la única condena ya impuesta es la de las tarjetas ‘black’, a 6 años de cárcel, aunque la Audiencia Nacional no ordenó su ingreso en prisión a la espera de que se pronuncie el Supremo. Blesa afrontaba, además, una petición de cuatro años más por los sobresueldos a directivos de la caja. Además, su nombre apareció en los papeles de Panamá asociado a una sociedad en las Islas Vírgenes.

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A la espera de que acaben esos procedimientos, Blesa ya ha pisado la cárcel. Lo hizo por el caso de la compra del City National Bank of Florida, en el que el exjuez Elpidio José Silva decretó su prisión incondicional. Ese proceso supuso la publicación de gran parte de sus correos electrónicos enviados y recibidos como presidente de Caja Madrid que mostraron toda una vida de lujos: safaris en África, viajes en avión privado… Al final el caso fue archivado, y el instructor fue condenado por prevaricación y expulsado de la carrera judicial.

Desde la publicación de esos correos, sus comparecencias judiciales, en ese caso y en los siguientes que se abrieron, estuvieron siempre salpicadas de incidentes. Preferentistas y accionistas de Bankia lo han acompañado a Plaza de Castilla o la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) para insultarle, para llamarle ladrón. La ira generada contra él llegó incluso a causar algún tumulto a las puertas de los juzgados en el que el expresidente de la caja madrileña no salió muy bien parado.

Su primera condena no llegó hasta el pasado 23 de febrero. Blesa se llevó la pena máxima en el caso de las tarjetas ‘black’ de Caja Madrid, seis años por un delito continuado de apropiación indebida frente a los cuatro y medio que la sección cuarta de la Audiencia Nacional impuso al exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato. El tribunal lo señaló como la persona que impulsó el uso de esas tarjetas “al margen de las retribuciones convenidas contractualmente” para su uso “en atenciones personales en detrimento de la caja” y “sin justificación de gasto”.

Los magistrados, sin embargo, no ordenaron su ingreso en prisión tras la sentencia. Ni el suyo ni el del resto de condenados. El actual fiscal jefe Anticorrupción reclamó al tribunal que lo mandara a la cárcel en caso de que no pagara una fianza de 100.000 euros, pero el tribunal prefirió dejarlo en libertad a la espera de la sentencia firme del Tribunal Supremo.

Además de ese asunto, todavía en trámite, también le acuciaba el caso de los sobresueldos para ejecutivos y directivos de la entidad que se sigue en el Juzgado de Instrucción 45 de Madrid. El fiscal anticorrupción Conrado Saiz pidió para él y su ex director general, Ildefonso Sánchez Barcoj, cuatro años de cárcel por los supuestos incrementos salariales irregulares, indemnizaciones y planes de pensiones fraudulentos para la cúpula de la caja madrileña. El instructor abrió juicio oral el pasado 22 de febrero, aunque la fecha de la vista todavía no estaba señalada.

Blesa, además, apareció en los Papeles de Panamá como apoderado de la sociedad Danforth Investments, radicada en las Islas Vírgenes Británicas. El pasado febrero, la Audiencia Nacional envió el caso a un juzgado de Plaza de Castilla. Su investigación deberá unirse a la pieza de responsabilidad civil abierta en el caso de las tarjetas ‘black’, en el que se trataba de esclarecer el verdadero patrimonio del exbanquero.