Ya hay 170.000 trabajadores con más de 65 años ¿están preparadas las empresas?

  • Los mayores de 50 años suponen un 30% de los ocupados cuando hace un quinquenio apenas representaban uno de cada cuatro, según la Encuesta de Población Activa (EPA).

    Ante esta situación, las compañías comienzan a adaptar sus entornos laborales a ellos. La nutrición saludable, pautas de descanso y espacios para ejercicios físicos ya son realidad.

Ya hay 170.000 trabajadores con más de 65 años ¿están preparadas las empresas?
Ya hay 170.000 trabajadores con más de 65 años ¿están preparadas las empresas?

Rejuvenecer las plantillas a través de prejubilaciones y bajas incentivadas ha sido en las últimas décadas una práctica más que habitual en las grandes -y no tan grandes- empresas. El objetivo prioritario era ahorrar costes o, simplemente, cambiar la imagen de cara al público y con esos argumentos han salido del mercado laboral cientos de miles de trabajadores mayores en los últimos años.

Sin embargo, esta estrategia empresarial tiene sus días contados, ya que cada vez resultará más difícil encontrar personas jóvenes que puedan cubrir esas necesidades de sustitución. La baja natalidad y el aumento de la esperanza de vida mandan y el cambio del mercado laboral tal y como lo hemos conocido ya es patente.

Los menores de 35 años pierden peso y si hace apenas cinco años suponían el 30% de los ocupados, a día de hoy no llegan al 25%. Mientras, los mayores de 50 años suponen ya el 29,5% de los ocupados, cuando hace un quinquenio representaban menos de uno de cada cuatro ocupados, según la Encuesta de Población Activa (EPA).

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Pero si algo destaca en la EPA del primer trimestre de 2017 es el número de trabajadores de más de 65 años trabajando, 169.400, que suponen un máximo histórico y un 18,6% más que en el primer trimestre de 2015. Pese a todo, los más veteranos del mercado laboral que siguen trabajando cuando deberían estar retirados apenas representan el 0,9% del total de los ocupados, frente a la media europea que ronda el 5%.

En este contexto, iniciativas pioneras como la del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) han desarrollado un programa piloto, que ha comenzado a implementarse no solo en esa mencionada comunidad, sino a nivel nacional, para poder adaptar los puestos de trabajo para trabajadores mayores, de más de 50 años. Cada vez más empresas -tanto públicas como privadas- ponen en práctica entornos de trabajo que facilitan las labores de los empleados en ese segmento de edad.

"Como resultado de la evolución demográfica y mejora de la calidad de vida de la sociedad española, también la edad media de los trabajadores en las empresas está aumentando rápidamente. Se prevé que en pocos años un alto porcentaje de las plantillas esté dentro del colectivo denominado trabajadores mayores", destaca a este medio uno de los artífices de la iniciativa.

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En esta línea, no son pocas las compañías que han comenzado a aplicar una guía práctica elaborada por el IBV para "diseñar el entorno del trabajo" adecuado. ¿Cómo lo hacen? Aseguran que el nivel de luz sobre textos y controles sean los oportunos para la legibilidad en los casos de trabajadores que desarrollen sus jornadas laborales delante de ordenadores. En materia de audición, los empleadores facilitan que el propio trabajador pueda adaptar el nivel del sonido a su capacidad auditiva mediante mecanismos de regulación de su intensidad (incluso con la adaptación de techos, suelos y paredes, tratadas acústicamente).

"Las empresas siguen cada vez más una línea saludable, que busca garantizar la eficiencia de los trabajadores más veteranos, y al mismo tiempo reducir el número y la duración de las bajas. Por ejemplo, facilitan espacios para la práctica de ejercicios y estiramientos, algunas han llegado a incorporar hasta gimnasios, y además planifican pautas de descanso y nutrición saludable", comentan desde el Instituto de Biomecánica de Valencia.

Todo esto evidencia que, poco a poco, los trabajadores mayores están tomando un papel protagonista en las empresas, que en muchos casos no están preparadas ni mentalizadas para la nueva situación que puede cambiar profundamente la forma de trabajar y de organizarse.

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Los trabajadores más mayores -en 10 años una parte considerable de la plantilla tendrá 67 años tras alargarse la edad de jubilación- son valorados por sus conocimientos, por sus contactos y por su fiabilidad y en mucha ocasiones están muy lejos de estereotipos como su rechazo a los nuevas tecnologías o a seguir aprendiendo. Eso sí, son más caros y tienen más derechos laborales, que en muchos casos defienden con mayor vehemencia que los jóvenes.

Alfonso Jiménez, socio director de PeopleMatters, explica a lainformacion.com cómo cambiará el mercado laboral y apunta que las dificultades "para salir del mercado" cada vez serán mayores y los recursos humanos cada vez más escasos.

"Habrá presión para que los trabajadores no abandonen el mercado de trabajo, una reducción de prestaciones y más trabas para acceder a pensiones altas. Las vidas laborales se van a incrementar y el resto está en cómo gestionar una plantilla con una edad media superior a la que teníamos hasta ahora", señala Jiménez.

Esta situación impactará en la política de recursos humanos y en temas como la salud. "Hasta los 55 años los índices de absentismo por razones de salud son escasos, porque los problemas serios de salud empiezan surgir entre los 55 y los 67 años. Por esta razón es fundamental  que las empresas impulsen políticas preventivas de salud, que se lo tomen en serio", apunta.

Además, asegura que los trabajadores mayores tendrán mayores dificultades para acceder a puestos en los que se requiera una gran agilidad y soltura y eso obligará a modificaciones desde el punto de vista de la organización, haciendo necesario identificar los puestos que deban acometer.

También es posible que los empleados con más de 60 años busquen modelos de relación más reducidos en términos de tiempo a cambio de menos salario y que sea necesario prolongar más allá de los 45 años la formación, "algo que hasta ahora no se hacía porque una persona cuando cumplía determinada edad ya estaba pensando en prejubilarse".Aspiraciones profesionales

Que las vidas laborales se prolonguen a los 67 años o más provocará que varias generaciones convivan y que los jóvenes, en determinados puestos, vean mermadas sus aspiraciones profesionales, "porque cuando los más veteranos se retiren ellos ya tendrán 50 años". También se dará el caso -que no es incompatible- que en determinados puestos de dirección los más jóvenes sean los jefes de los más mayores.

Algunas grandes empresas ya han empezado a trabajar sobre el nuevo panorama, sobre todo desde el punto de vista teórico. Banco Sabadell, Gas Natural, Altadis o Repsol ya tienen sobre la mesa sus planes. Así, uno de los proyectos más interesantes es el Plan Cuidamos la Experiencia de Gas Natural, basado en un compromiso de contratación de jóvenes en los mismos puestos que hoy están ocupados por trabajadores mayores de 55 años. Los jóvenes se incorporan a un plan de formación personalizado en el que los trabajadores mayores les enseñan (transfieren su conocimiento), al tiempo que adaptan sus condiciones de trabajo, horario, jornada y carga de trabajo para prevenir futuros problemas de salud.

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