Se llama TSCM (Technical surveillance counter-measures) y son barridos periódicos que se realizan en los despachos de las más altas personalidades del Estado. El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) se encarga de practicar estos trabajos en los lugares de trabajo del Rey, del Presidente del Gobierno y de los ministros del Gobierno.
Periódicamente, un equipo adscrito al CNI se desplaza a los edificios de La Moncloa o a las sedes de los ministerios, también al Ministerio del Interior, para limpiar de micrófonos estas dependencias. Realizan varios tipos de trabajos:
-- En primer lugar realizan un barrido del espectro radioeléctrico. Se intenta detectar si existen señales de móvil, vídeo, audio o radio que puedan registrar grabaciones. Se emplea para ello un equipo llamado Oscor Green.
-- A continuación se hace un barrido de todas las paredes. En el argot se conoce como "escoba" y se realiza con aparatos electrónicos espaciales.
-- Se realiza más tarde un control de voltaje de las líneas telefónicas.
-- Y, por último, se realiza una inspección visual de enchufes y tomas de tensión.
Se desmonta todo con el objetivo de encontrar sistemas de grabación. El motivo por el que se revisa la tensión radica en que cuando se conecta un micrófono a una línea telefónica se produce una caída de tensión (baja de 50 voltios).
Fuentes relacionadas con la seguridad explican que la grabación a Jorge Fernández Díaz pudo efectuarse con un micrófono digital. Éste se activa con la voz y recibe la señal a distancia. La solución pasa por que el ministro lleve un inhibidor en su bolsillo.
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