Del yerno perfecto a ser un 'apestado real'

  • En apenas unos meses Iñaki Urdangarin ha pasado de ser admirado por sus logros como deportista, por ser guapo, alto y rubio, ser el marido y el padre ideal a no quererle ni en los museos. Ahora su imputación parece casi ya una condena.
Raúl Arias
Raúl Arias
B. T.

Alto (1,96), prácticamente rubio, de ojos claros y deportista. Parecía un príncipe. Otro para la Familia Real. Cuando la Casa Real confirmó el noviazgo de Iñaki Urdagarin con la Infanta Cristina allá por mayo de 1997 poco importó que el futuro yerno del Rey Don Juan Carlos fuera un mero jugador de balonmano.

Pesaron más sus éxitos como miembro del F.C Barcelona y de la selección nacional de Balonmano que el hecho de que el yerno del Rey no hubiera acabado una licenciatura: solo tenía la diplomatura en Ciencias Empresariales.

No importaba. Era guapo y hacía muy buena pareja con Cristina. Les unía el deporte (se conocieron en los Juegos Olímpicos de Atlanta) , su amor por Barcelona y su atractivo físico: ambos eran altos, rubios y de buena familia. La boda fue casi relámpago: se celebró cinco meses después del anuncio, en octubre de 1997 en Barcelona.  

Y por casarse con la hija del Rey, Urdangarin se convirtió en miembro de la Familia Real , recibió el  tratamiento de Excelentísimo Señor y  el título de Duque de Palma de Mallorca, títulos que mantiene.

Pasados unos años, la Casa Real decidió que el Duque de Palma debía se algo más que un deportista. En 2000, Urdangarin abandonaba su carrera deportiva y retomaba su formación. Fue en 2001 cuando llegaron los estudios superiores  al graduarse de un MBA (Master en Bussiness Administration) en ESADE en Barcelona.

Comienza su formación

Fue en ESADE donde conoció a su futuro socio Diego Torres, que fue uno de sus profesores y con el que se embarcaría en una aventura empresarial que ahora le llevará a rendir cuentas ante la Justicia.

Pero nadie sabía de estas actividades, el yerno del Rey  sumaba a su currículum importantes cargos: fue nombrado miembro del Comité Olímpico Internacional, ocupó puestos de responsabilidad en multinacionales como Telefónica y Bertelsmann. Y además, era el marido ejemplar y el padre ideal de cuatro bonitos niños.

'Exilio' a Estados Unidos

Pero el Rey empezó a olerse lo que se le venía encima. Por eso, Don Juan Carlos le envió lejos, a Washington, cuando se empezó a saber que sus actividades privadas no eran todo lo lícitas que debieran. Pero el escándalo estalla el pasado noviembre a raíz del caso 'Palma Arena' .

Es entonces cuando el yerno perfecto se convierte en casi un apestado. El Rey le retira de las actividades de la Familia Real; se habla de él como "un mal ejemplo";  apartan su figura del Museo de Cera; no le dejan ni a él ni a Cristina que vuelvan a España a pasar las Navidades para no echar más leña al fuego y comienzan los rumores de separación con Cristina...

El otro 'príncipe azul' de la Familia Real se ha convertido en rana. ¿Será una maldición como en los cuentos? ¿O quizás un cuento sin final feliz?

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