La guardia civil se centra en dos posibles sospechosos de la desaparición de Diana Quer

Las investigaciones por la desaparición de Diana Quer se encuentran en su punto álgido. Después de dos meses recabando información y analizando todos los restos y rastros dejados por la joven durante los últimos meses parece que las piezas empiezan a encajar o, al menos, a aportar algo de luz. 

Hace unos días la Guardia Civil difundía el perfil de un posible sospechoso de la desaparición de Diana Queer y ahora, según publica La Voz de Galicia, se ha puesto rostro a ese perfil, concretamente se trataría de dos hombres que vivirían en el norte de Arousa, a pocos kilómetros de Taragoña, violentos, consumidores de estupefacientes, con antecedentes por narcotráfico y con posibles delitos de violencia de género. Ambos serían violentos. 

Pero según la guardia civil aún faltan pruebas para cerrar el cerco sobre ellos, unas pruebas que esperan lleguen con el análisis del contenido del teléfono móvil de la joven madrileña. 

Según relata el periódico gallego las piezas comenzaron a encajar hace unas semanas y debido en parte a la casualidad. La zona del Barbanza es conocida por la existencia de redes de narcotráfico y los controles y seguimientos a posibles sospechosos son constantes. En este contexto los investigadores podrían haber interceptado conversaciones relacionadas con la desaparición de la joven el pasado 22 de agosto en A Pobra do Caramiñal, A Coruña, localidad en la que llevaba 15 años veraneando. 

En esas conversaciones se podría haber hablado del caso de la joven de manera directa o indirecta y eso se sabe porque la guardia civil tiene intervenidos varios teléfonos para investigar los delitos de narcotráfico. Según ha trascendido los dos hombres no tendrían por qué haber participado juntos en la desaparición de la joven, pero quizá uno ayudó a otro en algún momento del proceso. 

En estos momentos los recursos que utiliza la Guardia Civil para dar con el paradero de la joven son numerosos. Efectivos de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Policía Judicial de A Coruña han llevado las riendas de la investigación desde el principio. Ahora se han unido efectivos del Grupo de Apoyo Operativo (GAU) con sofisticados equipos electrónicos para realizar seguimientos, obtener y analizar la información. 

Falta poco para poder acceder a toda la información del teléfono de la joven, a las conversaciones y registros de la tarjeta SIM. Los investigadores esperan que cuando esto ocurra pueda resolverse una de las desapariciones más complejas de los últimos años.