"Ya era hora de que Rajoy dejara de hacer caso a Arriola". El PP presume de un Rajoy agresivo

    • Diputados del PP aplauden la intervención de su líder y la califican de "histórica".
    • El presidente en funciones autorizó introducir referencias humorísticas en su discurso.

Rajoy cree que ha sido un "debate normal" y que ha dejado claro que "esto no tenía ningún sentido"
Rajoy cree que ha sido un "debate normal" y que ha dejado claro que "esto no tenía ningún sentido"

En el Partido Popular están de enhorabuena. Por fin, dicen, Rajoy ha dado la cara, como le venían reclamando desde hace un tiempo muchos en su partido. El discurso que ha pronunciado en la sesión de investidura de Pedro Sánchez ha llenado las filas populares de satisfacción y buenas palabras.

"Ya era hora de que Rajoy dejara de hacer caso a Arriola", afirmaba en el receso del mediodía un veterano parlamentario del PP. Hacía referencia a la política de comunicación (o, más bien, incomunicación) que le aconsejaba al presidente del Gobierno en funciones su asesor. Pedro Arriola ha venido recomendando a su cliente que, en determinadas ocasiones, no sea proactivo, sino que mantenga una actitud muy diferente.

Estas decisiones le han granjeado a Rajoy un buen número de críticas en los últimos años. Muchos se han preguntado por qué el líder del PP se escondía, no comunicaba y prefería presentarse con una imagen alejada de los ciudadanos. A Arriola también le han llovido las críticas, incluso de los partidarios de Rajoy. Uno de los más críticos en público ha sido Francisco Marhuenda, que apoya a Rajoy pero que no entiende las decisiones del asesor demoscópico. "Pusilánime" es el adjetivo que utilizó un veterano del PP para definir a Arriola.

Este martes, en el Congreso, Rajoy ha sido agresivo. Ha tirado, incluso, de humor. Con un discurso bien artículado, repasando lo que supondría para España aplicar las políticas que propone Sánchez y defendiendo la legislatura del PP. Eso le ha valido el mote de "el renacido", según decían ayer algunos populares.

La pregunta que se hacían ayer algunos en el PP es si Rajoy conseguirá recuperar su imagen cuando ha estado tanto tiempo en un segundo plano. Quizá sea tarde. Mientras, en Moncloa trabajan con el escenario más probable de una nueva convocatoria electoral el próximo 26 de junio. Con Rajoy, por supuesto, como candidato. De eso no hay ninguna duda entre los que mandan en el PP.

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