Coco es el nombre del afortunado perro de Wang Sicong, hijo de Wang Jianlin, el hombre considerado como el más rico de China. Este perro de raza Alaskan Malamute recibió como regalo 8 iPhone 7 por parte de su dueño, aunque no está muy claro si podrá darles mucho uso.
Las fotos fueron publicadas Weibo por el dueño de Coco el pasado 16 de septiembre, día en el que el iPhone 7 salió al mercado. En la imagen aparece con 8 cajas sin abrir del último modelo del smartphone de Apple, cuyo precio ronda los 769 y los 989 euros si se elige el modelo normal y los 909 y los 1.129 euros si se opta por el modelo Plus.
Antes de recibir, sin mucha alegría, el regalo de los iPhone, a Coco ya le habían obsequiado con varios ejemplares de Apple Watch de oro, uno para cada pata. Sería magnífico poder escuchar la opinión del perro sobre los presentes de su dueño.
Sobre Wang Jianlin, decir que es el propietario del conglomerado Dialin Wanda, el mismo que compró el Edificio España, que finalmente fue traspasado al Grupo Baraka. Se sabe que también posee restaurantes y estudios de cine bajo el sello de su firma de inversiones, además del 20% del Atlético de Madrid. Con tanto dinero no sorprende que la mascota de la familia se convierta en 'applemaníaco'.Su dueño, defiende la fortuna de su perro
Wang Sicong, el hijo de Jianlin, de 27 años, es la mejor definición de un fuerdai. Se trata de un término que se utiliza para referirse a la "segunda generación de ricos" en China. Los fuerdai se caracterizan por ser hijos únicos, por pertenecer a una generación de entre finales de los 80 y principios de los 90 y, sobre todo, por alardear (mucho) de su riqueza."Debería tener cuatro relojes, ya que tengo cuatro patas, pero eso parecería demasiado, así que me conformaré con sólo dos, lo que se adapta totalmente a mi estatus", escribió Wang en la cuenta de Weibo en nombre de su perro. Hijo del empresario más rico de China
Sicong ha pasado su infancia en internados fuera de China antes de ingresar en el Winchester College de Reino Unido, una escuela privada masculina. Tras graduarse en Filosofía en Londres, el joven regresó a China para trabajar en las empresas de su padre, aunque, según el China Times y el Financial Times, no tiene cargo ni proyectos específicos.
El joven de 26 años, heredero de una fortuna de 10.399 millones de euros, tiene un plazo para cumplir el mandato paterno. "Cinco años. Ocho como máximo, porque a los 68 quiero retirarme", dijo el rey del ladrillo.
El pequeño Wang suele definirse como un 'gao fu shuai', que significa literalmente "alto, rico y guapo", y disfruta marcando distancia de los diaosi o pelos púbicos, una expresión despectiva con la que algunos se refieren a los jóvenes de clase humilde, con salarios bajos y apariencia de "sin techo".
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