La Seguridad Social destinará 2.472 millones de euros a compensar a los jubilados por la pérdida de poder adquisitivo. Esta mejora se notará en una paga extra de enero y en una subida de la pensión durante el próximo año.
El motivo de la mejora es la subida del IPC, que ha situado el alza de los precios en el 2,2%. Como el Ejecutivo sólo elevó las pensiones un 1% a principios de año, ahora debe devolverles el 1,2% que no han percibido en todo el año.
Esta mejora de las pensiones supondrá para las arcas públicas un desembolso de 1.135 millones para pagar la conocida como paga extra de enero, que no es otra cosa que la actualización de las nóminas de los jubilados al IPC.
Pero, además, esta mejora se consolidará en las pensiones de 2011, lo que significará otros 1.335 millones. Dicho de otro modo, el próximo ejercicio, a pesar de la congelación, los jubilados verán incrementar su nómina un 1,2% gracias al efecto de la inflación.
Suma y sigue, porque aquellas personas que perciben una pensión mínima verán mejorar sus ingresos un 2,2% el próximo año, debido a que este colectivo ha quedado fuera del tijeretazo y, por tanto, no ha sido víctima de la congelación.
También los perceptores del SOVI (Seguro Obligatorio de Vejez y Enfermedad), de pensiones no contributivas y de prestaciones familiares se verán beneficiados con este mayor incremento. En cambio, la compensación por la desviación de inflación no afecta a las pensiones que hayan sido reconocidas a lo largo de 2010.
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