Según el documento recogido por Europa Press, los sindicalistas consideran que abundan las actitudes políticas de "enorme irresponsabilidad, con amenazas de unilateralidad por las dos partes", la del Gobierno central y la de la Generalitat.
Afirman que ambas partes se están arrogando el derecho a expresar "lo que quiere el pueblo de Cataluña y el de España" primando las emociones por encima de la razón en lo que consideran que es un ejercicio electoralista.
Quieren garantías para la lengua y cultura catalanas, un nuevo pacto fiscal solidario, pero justo, el desarrollo del marco catalán de relaciones laborales, un modelo educativo y sanitario de acuerdo a las necesidades de la gente: "En definitiva un pacto de Estado que aborde las reformas necesarias".
Aseguran que el Estado necesita reformase para afrontar una realidad diferente de la de hace 40 años: "No creemos en el modelo autonomista porque está agotado, pero tampoco creemos en el modelo secesionista o independentista, una aventura que nos puede abocar al desastre".
Advierten de que les unen más cosas con los trabajadores de Catalunya y el resto de España que con algunos empresarios o banqueros que "se han declarado independentistas y a la vanguardia de la libertad", y recuerdan que son los trabajadores los grandes damnificados de la crisis.
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