Desde la II Guerra Mundial ningún partido de ultraderecha ha gobernado en solitario en la Unión Europea

La extrema derecha no gobierna en la Unión Europea desde la II Guerra Mundial
La extrema derecha no gobierna en la Unión Europea desde la II Guerra Mundial
Fotomontaje de Enrique Encinar
Iñaki Etxarri

La Unión Europea vuelve a estar en jaque. Cada vez que se celebran unos comicios en algún Estado miembro hay ciudadanos que aguantan el aliento ante el temor de que la extrema derecha pueda ganar. Esta última posibilidad quizás ocurra en los Países Bajos, donde se celebran elecciones generales este miércoles 15 de marzo. 

Holanda, sin duda, será un ensayo general de la prueba del algodón definitiva del ascenso de los populismos de extrema derecha en Europa: Las elecciones presidenciales francesas, en las que la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen parte como favorita, y que podrían determinar el futuro de Europa.

En Holanda el asunto fundamental no es sólo si un partido de extrema derecha puede ser el que gane las elecciones legislativas con el mayor número de votos, sino sobre todo qué coalición gobernará este país fundador de la UE, y si las ideas y el programa abiertamente xenófobo del Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders se imponen en dicha coalición.Erdogan repeats we are nazis + fascists. He insults Dutch police. No de-escalation. Expel Turkish Ambassador to NL and entire staff!— Geert Wilders (@geertwilderspvv) 13 de marzo de 2017

Cada sondeo presenta variaciones en cuanto a la intención de voto según quién lo elabore: a veces un partido de extrema derecha puede aparecer como el futuro ganador de unas elecciones, pero un detalle relevante a tener en cuenta es que ninguna formación de esta ideología ha gobernado en solitario en algún Estado miembro de la UE desde el fin de la II Guerra Mundial.Austria, Berlusconi, Bossi, Fini...Solo en 1994 en la Italia de Berslusconi, con la xenófobha y secesionista Liga Norte de Umberto Bossi y la Alianza Nacional de Gianfranco Fini (heredera directa de los neofascistas del MSI), o en el 2000 en Austria se dio el caso en el que un partido de derecha radical entrara en un gobierno de coalición, lo que provocó crisis en la Unión Europea y una serie de medidas comunes contra el país en cuestión.En España el tema fue diferente. Porque el franquismo, el movimiento de ultraderecha que gobernó el país con mano de hierro desde 1939 hasta 1975 surgió de un golpe de estado y la posterior Guerra Civil contra el gobierno democráticamente establecido y las primeras elecciones democráticas desde la Guerra Civil no se celebraron hasta la muerte del dictador Francisco Franco en 1975. Por aquel entonces todavía faltaban 10 años para que en 1985 España entrara de pleno derecho como miembro de la en aquella época denominada Comunidad Económica Europea.Lo mismo, o parecido, se puede decir de Portugal o Grecia, los fascismos de extrema derecha gobernaban ambos países cuando aún no eran miembros de la UE. La crisis de entreguerrasPero lo cierto es que desde que Benito Mussolini en 1922 y Adolf Hitler en 1933 arrivaran al poder en Roma y Berlín tras pasar por las urnas, al menos teóricamente, y no hace falta decir cómo acabó todo aquello, ningún país de la Unión Europea ha aupado democráticamente al poder a la ultraderdecha.Pero en la Europa actual la situación económica y social es similar, que no igual, a la que vivía la Europa de entreguerras: Paro, corrupción, crisis económica, crisis social, inmigración, creciente odio al diferente (los judíos entonces)... Todo ello en una Europa en la que el euroescepticismo se va abriendo cada vez más puertas y la crisis migratoria o el terrorismo islamista son el caldo de cultivo para que florezcan discursos nacionalistas, radicales y xenófobos como el de Wilders en Holanda que, entre otras cosas, propugna el no a la UE, no al euro, no a la emigración musulmana con todas sus consecuencias: no al Corán, no al velo, no a las mezquitas…Aunque la crisis de valores que vive Europa y la UE también son producto de las dudas acerca de la economía social de mercado y su capacidad para conseguir que cada generación esté mejor que la anterior. Y es que por primera vez desde la II Guerra Mundial hay un riesgo verdadero y evidente, de que los jóvenes vivan peor que sus padres. El resultado de ello es una UE "por debajo de las expectativas en la peor crisis financiera, económica y social de la posguerra".En Austria fue el primer asaltoEl verdadero tsunami de que un partido de extrema derecha populista se hiciera con el poder en un estado de la UE comenzó en Austria donde el Partido de la Libertad, en las elecciones presidenciales del 4 diciembre de 2016 obtuvo un 45,7% de los votos. El líder de Los Verdes, Alexander van der Bellen, contuvoi el avance de la extrema derecha en su país y mantuvo la tendencia de que ningún partido de extrema derecha gobierna desde que los regímenes totalitarios de Europa fueran derrotados en la Segunda Guerra Mundial, allá por 1945.Tras Holanda, elecciones en Francia y Alemania

Las elecciones en la Unión Europea suman y siguen en 2017. Las presidenciales en Francia serán entre el 23 de abril y el 7 de mayo. En ellas la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, cabeza del Frente Nacional, ganaría con casi un 27%  de los votos a su favor (según los sondeos) y optaría a la posibilidad para encabezar el país en la segunda vuelta de los comicios."Etre français, c'est un honneur, une sécurité, un atout. Est français celui qui fait passer la France avant tout !" #ConférenceMLP pic.twitter.com/LDEpVceyOn— Marine Le Pen (@MLP_officiel) 13 de marzo de 2017

Si el neerlandés Geert Wilders no se adelanta este 15 de marzo, o si la mayoría de los franceses no apoya otra opción en las urnas (Fillon, que está en duda, Macron y el socialista Hamon), Le Pen podría convertirse en la primera gobernante de extrema derecha de la Unión Europea. Y Le Pen es euroescéptica, como Wilders. O sea, que tras el Brexit, si Le Pen gana en Francia, en el corazón de Europa, el proyecto de integración europea, la propia Unión Europea, estaría herido de muerte.La AfD alemanaEn Alemania, el 24 de septiembre se celebran las elecciones generales en Alemania, la extrema derecha está representada por las siglas de AfD (Alternativa por Alemania). Este partido se creó en 2013 como rechazo al rescate de Grecia. La formación quiere prohibir el uso del velo islámico en espacios públicos y pretende cercenar lo que denomina "inmigración negativa", lo que en otras palabras quiere decir 'expulsar cada año a casi 200.000 personas de Alemania'.Sin embargo, AfD no despega en últimos los sondeos de intención de voto aunque despuntó en las elecciones regionales celebradas el verano de 2016. Una posible razón detrás de esto tiene cara: el socialdemócrata Martin Schulz, que dirigió durante cinco años el Parlamento Europeo y que abandonó la eurocámara para intentar gobernar su país. Schulz ha entrado con fuerza: tiene peso entre los jóvenes y avanza en las encuestas pero, de momento, la mayoría de los votantes alemanes manifiesta en los sondeos su intención de votar a la coalición formada por el partido demócratacristiano (CDU), que preside la canciller Angela Merkel, y la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU).

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